Sólo 29 de las30 personas arrestadas durante un acto de protesta de Greenpeace contra la extracción de petróleo en el Ártico quedaron en libertad el viernes tras pagar una fianza, luego de permanecer más de dos meses en cárceles rusas.
El único a quien se le negó la fianza fue un activista australiano, pero se esperaba que saliera una vez que se revisara su apelación. Entre los liberados el viernes está el ciudadano argentino Miguel Hernán Pérez Orsi.
Los abogados de Greenpeace dijeron que ahora se concentrarán en ayudar a los ciudadanos extranjeros a salir de Rusia.
El presidente Vladimir Putin señaló que eso será posible y le dijo en broma al primer ministro turco, quien visita Rusia, que los activistas muy probablemente vayan hacia su país.
“No queremos exacerbar el problema o retener especialmente a alguien”, dijo Putin durante una conferencia conjunta con el primer ministro de Turquía, Recep Tayyip Erdogan. “Pronto todos irán a Turquía y harán buen trabajo en sus proyectos”.
El estadounidense que capitaneaba el barco de Greenpeace, Peter Willcox, estuvo entre los 18 que fueron liberados el viernes. Los otros quedaron en libertad el miércoles por la tarde y el martes.
“Siento que ya bajé del árbol pero sigo en el bosque”, dijo Willcox a los periodistas. “Pero es un gran paso”.
Los 30 enfrentan cargos por vandalismo, por los que podrían ser sentenciados hasta a siete años de cárcel. Fueron detenidos después de que algunos activistas del barco Artic Sunrise de Greenpeace trataron de escalar una plataforma marina propiedad del gigante petrolero propiedad del gobierno ruso Gazprom.
También el viernes un tribunal con mandato de la ONU ordenó a Rusia poner en libertad inmediatamente el buque Artic Sunrise, así como a su tripulación, con fianza de 3.6 millones de euros (5 millones de dólares).
El Tribunal Internacional de Derecho del Mar, con sede en Hamburgo, sentenció que “la Federación Rusa liberará inmediatamente el buque Arctic Sunrise y todas las personas que han sido detenidas tras el pago de una fianza u otra garantía financiera por los Países Bajos”.
La corte también ordenó a Rusia que permita al buque y los detenidos abandonar el país.
El Ministerio de Exteriores ruso dijo en un comunicado que estudiaría la orden.
El abogado de Greenpeace Mijail Kreindlin dijo que en Rusia no existe un código de procedimientos que impida a los extranjeros salir del país pero la mayoría enfrenta otro problema: Vienen de países cuyos ciudadanos necesitan visa para salir o entrar legalmente de Rusia.
Kreindlin dijo que el Servicio de Migración Federal ruso aprobó emitir visas de tránsito si los investigadores lo aprueban.
“Como abogados, negociaremos y trabajaremos con el comité investigador parea hacerlo tan pronto como sea posible”, dijo Kreindlin mientras esperaba la salida de los activistas de un centro de detención.
El australiano Colin Russell fue el primer en presentarse ante el juez cuando comenzaron las audiencias para solicitar fianza en las cortes de San Petersburgo el lunes y fue al único que se le negó. Los abogados de Greenpeace apelaron.
Todos los demás fueron liberados tras pagar fianzas de 2 millones de rublos (61.500 dólares).
Además de Willcox, 17 personas salieron de la cárcel el viernes: los británicos Anthony Perrett, Alexandra Harris, Iaian Rogers, Jonathan Bush, Frank Hewetson y el videasta Kieron Bryan. Los otros fueron Marco Weber de Suiza, Mannes Ubels y Faiza Oulahsen, de Holanda; Paul Ruzycki y Alexandre Paul, de Canadá; Jonathan Beauchamp de Nueva Zelanda; Pérez Orsi, de Argentina; Ruslan Yakushev de Ucrania; Gizem Akhan de Turquía; y los rusos Roman Dolgov y Dima Litvinov.