SANTIAGO. La película mexicana “La jaula de oro”, del director Diego Quemada-Diez, ganó el Paoa de Oro del Festival Internacional de Cine de Viña del Mar como mejor largometraje de la competencia latinoamericana.
El filme, anteriormente galardonado con “Una cierta mirada” en el festival de Cannes, narra la historia de dos adolescentes y un indígena que emprenden un viaje lleno de peligros y con un final incierto. En el camino aflora la amistad, la solidaridad, el miedo, la injusticia y el dolor.
El jurado del Festival distinguió a la película por “llevar al espectador en un viaje cautivante, pleno de sutilezas que permiten compartir la experiencia terrible del desarraigo”.
Además destacó “el talento para encontrar y construir personajes conmovedores y auténticos”, “la madurez de sus argumentos cinematográficos” y la capacidad de “lograr una respiración y un tono precisos para narrar esta historia que esconde un profundo cuestionamiento del sentido de la vida”.
En la categoría de Mejor Director el galardón lo recibió Mariana Rondón, directora de la cinta venezolana “Pelo Malo”, triunfadora del Festival de San Sebastián.
El jurado valoró la capacidad de Rondón de “elaborar un tratamiento cinematográfico audaz, que asume riesgos, y por adoptar un punto de vista original para aproximarse al problema de la intolerancia, la marginalidad y la incomunicación”.
Por su parte, la cinta chilena “El Gran Circo Pobre de Timoteo”, dirigida por Lorena Giachino, obtuvo el Premio del Público y Mención Honrosa.
El Premio Mejor Cortometraje fue para “Oslo”, dirigida por Luis Ernesto Doñas (Cuba), y la Distinción Especial fue para “El paquete”, del director Rafael Aidar (Brasil).
El jurado de la Competencia de Largometraje Latinoamericano estuvo conformado por David Leonardo Oubiña, Fernando Lavanderos y Tatiana Astengo.
En la Competencia Internacional de Escuelas de Cine y Audiovisual la cinta “Matar un perro”, de Alejo Santos, de la Universidad del Cine (Argentina), recibió la primera Mención Honrosa.
La segunda Mención Honrosa fue también para Universidad del Cine por “Un sueño recurrente”, de Santiago Esteves.
En su XXV versión, el Festival exhibió más de 150 películas, entre ellas varias producciones históricas que en algún momento pasaron por el certamen.
También se repasaron obras del nuevo cine argentino y retrospectivas del actor trasandino Gastón Pauls, de Gustavo Fontán, Pino Solanas y Tetsuo Lumiere.