Aprovechando su primer informe de actividades como senador y arropado por gobernadores y legisladores federales, Ernesto Cordero comenzó ayer su “precampaña” en busca de la dirigencia nacional del Partido Acción Nacional (PAN).
De hecho, más allá de los logros como representante popular, pidió a su líder, Gustavo Madero, que renuncie para permitir un mayor equilibrio en la contienda interna.
En su discurso, que de actividades legislativas tuvo muy poco, prevaleció la crítica contra el gobierno federal de Enrique Peña Nieto, pero sobre todo lleno de mensajes para Madero, quien buscará la reelección de ese partido.
Más tarde, Cordero adelantó que sólo esperará la convocatoria para formalizar la decisión de contender por la dirigencia blanquiazul.
“Lo más importante es que el presidente del partido renuncie lo más rápido posible y que no siga teniendo ventaja por ser el presidente de Acción Nacional”, expresó Cordero Arroyo, vitoreado por un grupo de jóvenes y por unas mil 500 personas que se dieron cita ayer en el World Trade Center.
Cordero Arroyo llegó acompañado de un grupo que gritaba “Jóvenes Cordero, Jóvenes Cordero”, al tiempo que el ex secretario de Hacienda comenzó a saludar a los presentes, entre ellos a los gobernadores de Sonora y Baja California Sur, Guillermo Padrés y Marcos Covarrubias, respectivamente, así como al ex gobernador de Guanajuato, Juan Manuel Oliva, ex coordinador de la estructura electoral de Josefina Vázquez Mota.
“La gente nos percibe divididos, confrontados, que abandonamos las causas históricas y seguimos la agenda que nos marca el gobierno”, dijo Cordero, quien entre sonrisas emitía sus palabras.
Frente a él, sus compañeros y amigos de bancada refrendaron su apoyo a sus aspiraciones. Javier Lozano, Luisa María Calderón, Jorge Luis Lavalle, Francisco García Cabeza de Vaca, Adriana Dávila, María del Pilar Ortega, Mariana Gómez del Campo y Fernando Salazar, entre otros legisladores, están con Cordero.
Ahí, en medio de los corderistas yacía el coordinador de Acción Nacional en la Cámara alta, Jorge Luis Preciado, senador cercano a Gustavo Madero.
Tres autocríticas
En un claro mensaje para su dirigencia nacional, Cordero consideró necesario y urgente que el PAN debe volver a estar con la gente, que se requiere regresarle la dignidad al partido y ponerlo de pie.
En este sentido, dijo que el PAN necesita volver a ser oposición, con una dirigencia “con autoridad moral” y que la postura del partido ante el gobierno debe ser con “rumbo y brillo propio”.
“No es tiempo de tibieza. La respuesta panista debe ser regresarle la dignidad al partido. Quiero que nuestro partido se ponga de pie. A pesar de las presiones nos opusimos a ser comparsas de la restauración silenciosa”, criticó el legislador.
Y por supuesto, que había más mensaje. “(El PAN) debe ser un partido moderno que sepa que hoy los jóvenes son mayoría y que ya están hartos de los políticos anquilosados y con escamas. Debe ser un partido con ideas claras, que marque la agenda pública, en el que la gente puede confiar. Un partido democrático, con procesos internos, ordenados, claros y en concordia.
Previo a su culminación, Cordero Arroyo levantó el tono de voz, para darle más fuerza hasta levantar la mano. “A eso los invito, para ello los convoco. Quiero, como ustedes, que nuestro partido se ponga de pie y construya momentos de nueva grandeza”.
Y antes del aplauso final, el ex líder panista en el Senado dijo: “Sí se puede. En mí tendrán siempre a alguien dispuesto a no rendirse en pos de ese ideal, de ese sueño, que no es sino el legítimo anhelo de tener una patria ordenada y generosa y una vida mejor y más digna para todos”.
FRASE
“Vemos un gobierno opaco. Un gobierno que utiliza la política social de manera clientelar y con fines electorales. Un gobierno que se ha mostrado incapaz frente a la delincuencia organizada y a los grupos violentos que amenazan nuestra tranquilidad”