NUEVA YORK. La matanza de 20 niños de entre 6 y 7 años de edad y de seis adultos en la escuela Sandy Hook de Newtown, Connecticut, en el 2012, una de las peores ocurridas en Estados Unidos (EU), quedará sin respuestas después de que la fiscalía dijera hoy que los motivos del tiroteo podrían no llegar a conocerse nunca.

 

La cuestión de por qué Adam Lanza cometió la matanza “puede quedar para siempre sin respuesta concluyente”, según el informe divulgado hoy por la fiscalía de Connecticut sobre la tragedia, ocurrida el 14 de diciembre de 2012, en la que el tirador asesinó a 20 niños y a seis adultos tras matar a su madre.

 

Las evidencias recogidas “muestran claramente que el tirador planeó sus acciones, incluyendo quitarse la vida, pero no hay indicios claros de por qué lo hizo o por qué atacó la escuela Sandy Hook“, añade el documento.

 

A falta de motivos, el documento ofrece algunos nuevos detalles, como por ejemplo que Lanza se había comunicado durante los últimos tres meses con su madre (con la que vivía en la misma casa) a través del correo electrónico y que también se comunicaba de esa forma con su padre, de la que su madre se había divorciado.

 

El informe sí señala claramente que Lanza estaba obsesionado con matanzas masivas, especialmente con el tiroteo escolar del instituto Columbine (Colorado), cometido en 1999, ya que en la habitación de su casa se encontró abundante material sobre ese suceso.

 

En cambio, se apunta que Lanza tenía “significativos problemas de salud mental que afectaban a su capacidad de llevar una vida normal y de interactuar con otros” y se recuerda que en 2005 había sido diagnosticado con síndrome de Asperger, una variante de autismo que causa “discapacidades sociales y ansiedad extrema”.

 

El análisis toxicológico determinó que en el cadáver de Lanza no había restos de alcohol, drogas o medicamentos opiáceos.

 

La conclusión de la fiscalía es que “el tirador actuó solo y sólo él fue criminalmente responsable de sus hechos ese día”, afirma el documento, de 43 páginas, un resumen de un informe policial de varios miles de páginas cuya fecha de divulgación no se ha fijado.

 

El informe, elaborado a partir de casi un año de investigación de agencias estatales y federales y de análisis de las pruebas encontradas, estipula que Lanza llegó poco después de las 09:30 de la mañana a la escuela primaria Sandy Hook, a bordo de un automóvil.

 

Un dispositivo GPS encontrado en la vivienda mostró que el día anterior a la matanza fue utilizado para un recorrido de ida y vuelta de la casa a la zona de Sandy Hook.

 

Lanza estaba equipado con un fusil de asalto Bushmaster y dos pistolas y todas las armas eran semiautomáticas.

 

La escuela estaba cerrada, como era práctica habitual del centro, por lo que el autor hizo varios disparos para entrar. El ruido hizo que la directora, Dawn Hochsprung, y la psicóloga Mary Scherlach salieran de una sala cercana y fueron asesinadas en el pasillo.

 

Otros dos miembros del personal de la escuela resultaron heridos por Lanza, quien entró a continuación a dos clases contiguas de primer grado, aunque el informe reconoce que no puede determinarse el orden exacto de los acontecimientos.

 

En una clase, la sala 8, mató a la maestra, la asistente y catorce niños muertos, mientras que una niña salió ilesa.

 

En la clase número 10, Lanza mató a la maestra y la asistente, así como a cuatro niños y dejó otro herido, que falleció en el hospital.

 

Nueve niños lograron huir de clase y dos fueron encontrados ilesos en el lavabo. Todos los niños muertos tenían 6 o 7 años de edad. El cadáver de Lanza fue encontrado en esta última sala.

 

El documento señala que la primera llamada al número de emergencias se registró a las 9:35:39, y que a las 9:39:00 el primer agente de policía llegó a las inmediaciones del centro.

 

Otros dos agente llegaron por otra carretera a las 9:39:13, cuando todavía se oían disparos. A las 9:40:03 se oyó el último disparo, que se cree que fue con el que Lanza se quitó la vida.

 

Todo esto supone que la tragedia se desarrolló en apenas cinco minutos, según el documento.

 

El informe añade que Lanza tenía todavía 253 balas para su rifle y las dos pistolas. Otra arma, una escopeta semiautomática, fue encontrada en el automóvil.

 

En la vivienda familiar se encontró que tenía las ventanas de su habitación tapadas con bolsas de basura negras, también numerosos videojuegos violentos, así como numerosas fotocopias de artículos de prensa y otro material sobre asesinatos masivos.

 

El disco duro del ordenador del joven estaba dañado, aparentemente de forma intencionada, por lo que no se ha podido recuperar información del dispositivo.

 

Los investigadores hallaron numeroso material violento, incluyendo un juego informático llamado “School Shooting” (Tiroteo escolar), en el que el jugador controla un personaje que ataca una escuela y dispara a los estudiantes.

 

En la casa se encontraron también numerosas armas de fuego y accesorios, así como muchas armas blancas (como espadas, cuchillos o lanzas), todas compradas legalmente por la madre del atacante, Nancy Lanza.