TEGUCIGALPA, Honduras. Pequeños grupos de manifestantes favorables a la oposición comenzaron a juntarse en las calles de Tegucigalpa ante la demora en la divulgación de nuevos resultados de las elecciones del domingo y tras un llamado de los líderes de defender los votos.

 

Los dos principales candidatos presidenciales hondureños proclaman su victoria el lunes pese a que los resultados oficiales parciales facilitados por el Tribunal Supremo Electoral le dan la victoria al candidato oficialista Juan Orlando Hernández con un seis puntos porcentuales sobre la aspirante de la oposición Xiomara Castro del partido LIBRE, esposa del expresidente Manuel Zelaya, derrocado por un golpe de estado en 2009.

 

Co el 54% del voto escrutado la noche domingo, Hernández del partido Nacional había conseguido más del 34% de los votos, mientras que Castro tenía casi el 29%.

 

Aun así, Castro decidió declararse presidenta y Zelaya afirmó el lunes que no reconocen los resultados oficiales. “Vamos a defender el triunfo y si es necesario lo haremos en las calles”.

 

Ambos candidatos llegaron a las elecciones con pronósticos muy apretados según las encuestas y un escenario como el que se está planteando, podría provocar protestas. La tarde del lunes, grupos de partidarios del partido LIBRE marchaban por las calles gritando “fraude” y las fuerzas de seguridad blindaban las sedes del Tribunal Supremo Electoral y el centro de cómputo, ubicado en un céntrico hotel.

 

“Estados Unidos exhorta a los hondureños a aguardar la finalización del recuento oficial y resolver las disputas electorales pacíficamente a través de los procedimientos previstos por la ley”, dijo en una declaración la vocera del Departamento de Estado Jen Psaki.

 

El Tribunal Supremo Electoral anunció que daría resultados con el escrutinio más avanzado el lunes a las 13.00 (1900GMT) pero no lo hizo y, varias horas después, su silencio incrementa la confusión. The Associated Press habló con su vocera y no recibió ninguna explicación al respecto.

 

La comunidad internacional ha comenzado a posicionarse junto al candidato oficialista ante la ventaja de casi 6 puntos. Incluso el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, un antiguo aliado de Zelaya y crítico con el golpe de estado que le derrocó, le envió sus felicitaciones a través de su portavoz, Rosario Murillo.

 

Hernández anunció la mañana del lunes que hará público su gabinete de transición de gobierno el mismo lunes y afirmó que “si tienen dudas sobre el proceso, que vayan al Tribunal Supremo Electoral y las planteen”.

 

“La Victoria no se negocia”, agregó.

 

El argumento del partido LIBRE para no reconocer el resultado se basa en que la noche del domingo, el presidente del Tribunal Supremo Electoral afirmó que un 20% de las mesas no estaban transmitiendo sus resultados para la elección presidencial argumentando que primero querían contear los resultados de las legislativas y locales para enviarlos todos al mismo tiempo.

 

Para LIBRE en ese 20% se encuentra su victoria.

 

En estas elecciones también se elegían 128 diputados para un congreso que previsiblemente estará muy dividido y las corporaciones municipales del país.

 

La embajadora de los Estados Unidos, Lisa Kubiske y la jefa de la misión de Observación electoral de la Unión Europea, Ulrike Lunacek, dijeron que los informes con los que contaban avalaban la regularidad y transparencia de un proceso que se desarrolló sin incidentes dignos de reseñar para los observadores internacionales.

 

Castro, de 54 años, lideró la Carrera presidencial durante meses identificándose como la candidata del cambio, prometiendo mejoras en la situación económica y una asamblea nacional constituyente con la que refundar el país y cerrar la crisis que abrió el golpe de estado que derrocó a su esposo.

 

“Según nuestras encuestas propias y nuestras actas, soy la presidenta de Honduras”, dijo con poco más del 2% de los votos contados. “la victoria es abrumadora e irreversible”.

 

Hernandez, de 45 años, recuperó la ventaja y se adelantó tras centrarse en un discurso que giró casi exclusivamente en torno a la seguridad y la creación de una nueva policía militar que pudiera patrullar las calles del país con la mayor tasa de homicidios del planeta. También se refirió al golpe de estado de 2009.

 

“El pueblo ha votado para dejar atrás la crisis política de 2009 que dejó a miles de hondureños sin empleo, emigrando y en una nación dividida y aislada”, dijo Hernández.