Mérida. El gobierno de Felipe Calderón decidió que la política de vivienda se basara en récords de casa construidas, entre más casas se construyeran y más créditos hubiera significaba que el sector de la vivienda estaba en el rumbo correcto y que las acciones eran las acertadas. Hoy en día estamos viendo como ese modelo de dar más créditos a casas baratas causo el quebranto del sector de la vivienda. Las empresas constructoras tenían el incentivo de buscar tierra marginal, abaratar costos y colocar créditos entre la población que no tenía toda la información requerida para llevar a cabo una transacción de 30 años. Un ejemplo recurrente es la prestación de servicios, el desarrollador mientras vendía las casas dotaba a los desarrollos con agua que era suministrada con pipas, y al colocar el último crédito notificaba al municipio para que este dotara de servicios a la nueva comunidad. El resultado es cerca de 200,000 casas abandonadas en el país, una cartera vencida y sobre todo la creación de desarrollos fantasmas aptos para llevar a cabo actividades criminales. Mientras tanto había empresas que presentaban EBITDA de 50%, un fenómeno nunca antes visto en este sector, lo cual atrajo el financiamiento de los bancos y dinero de los inversionistas en la bolsa. Hoy esas empresas están por entrar en concursos mercantiles.

 

A nivel municipal, muchos alcaldes dieron permisos de construcción a meses de terminar su mandato, dejando el problema de abastecimiento a otras administraciones. Los permisos del manejo de aguas eran otorgados por una administración muy laxa en la CNA, que muchas veces se prestaba a favorecer a grandes empresas. Casos como el de Acapulco en Llano Largo pudieron haberse evitado si se hubiera hecho caso a los expertos y académicos que se habían manifestado con anterioridad en el tema. Es así como la corrupción y falta de visión crear un México de desarrollos sin servicios y en zonas de alto riesgo.

 

Hoy el reto de la Sedatu y del secretario Jorge Carlos Ramírez Marín, es transformar esos desarrollos en ciudades sustentables. En México las ciudades han seguido una dinámica de crecimiento urbano expansivo y de baja densidad que ha resultado en una serie de problemas sociales, económicos y ambientales. Por ello, es necesario contar con una política de vivienda integral que contemple un desarrollo urbano ordenado, así como estrategias para mejorar la calidad de vida de la población a través de modelos de vivienda sustentable que incluyan una mejor inserción en el entorno, eficiencia energética y uso de agua. Esto con la finalidad de crear un patrimonio y una plusvalía en los hogares

 

La Sedatu ha dado los primeros pasos, al integrar un sector que estaba desorganizado. Una de las primeras acciones fue la de delimitar las áreas y zonas en donde aplicaría el subsidio del gobierno federal para la construcción de vivienda. Esta rezonificación del país sentó los primeros pasos en base a incentivos económicos para promover la construcción en zonas aptas para la vivienda.

 

Ahora el secretario ha encabezado varias mesas de debate, pero hoy en Mérida se lleva acabo el Foro Internacional de Vivienda Sustentable con el tema de Vivienda Social Intraurbana con la participación de connotados arquitectos, urbanistas y políticos de Chile, Francia, Alemania, Brasil, Canadá, Estados Unidos y México. En este foro se abordarán los temas de tecnología, sustentabilidad, comunidades inteligentes, gobernabilidad y opciones financieras. La sola agenda del foro refleja un interés multidisciplinario en el tema de la vivienda y en una visión más amplia e integral de la actual administración. La creación de la Sedatu  ya es un hito en la administración del presidente Peña Nieto, ahora toca el turno al secretario Ramírez Marín encabezar este esfuerzo para aumentar el valor de los hogares mexicanos.