Así, al futbol es difícil no quererlo. Y es que vaya Cuartos de Final. De locos, pies ca- lientes, redes infladas y un promedio de gol superior a los cuatro goles por partido. Es la suma: 3-3 final entre Morelia y León, empate a dos en el Tigres ante América, abusivo 3-0 de Toluca ante Cruz Azul y 3-2 casi definitivo de Santos sobre Querétaro: 18 en total. Pura dinamita desde el Volcán, pasando por el Morelos, La Corregidora y claro, no podría ser de otra forma, hasta el infierno.

 

Un total de 18 tantos en cuatro juegos; nuevo récord en torneos cortos de las Li- guillas del futbol mexicano. Superior a los 16 que se marcaron en el Verano 2000, y a los 15 anotados en el Verano 2001 y Clausura 2011.

 

Un rayo de sol en un panorama de luz artificial. Cuando el año futbolístico había sido ensombrecido por el desastre creado por la Selección Nacional en eliminatoria; que amenazaba, en caso de no haberse conseguido el pase a la Copa del Mundo, con una Liguilla desolada, de indiferencia total. Pero, luego del pase que se aseguró en Nueva Zelanda, devolvió estadios prácticamente llenos.

 

¿Y qué tiene que ver lo que pasó con el Tri ante nueva Zelanda y la Liguilla del futbol mexicano? Será sólo una coincidencia, pero la diferencia está en los detalles. Porque precisamente los equipos que sacaron ventaja en los Cuartos de Final fueron los que contaban con selecciona- dos que jugaron ante los oceánicos, los mismos influidos por esa inyección moti- vacional que significó el pase al Mundial.

 

De ellos, el que menos jugó, fue fundamental. Sinha calzó los botines sólo 34 minutos, pero bastó para que el diablo mostrará lo endemoniado de su futbol. Y ya de rojo, con el Toluca, exhibió al Cruz Azul, de pantorrillas tibias y banca fría: 3-0 prácticamente definitivo. La vuelta se jugará en el Estadio Azul. Y aunque es cierto eso de que los caminos del futbol son inescrutables, pocos piensan que los celestes le entren a la moda literaria y cinematográfica de los muertos vivientes.

 

Y ni hablar del Santos de Oribe Peralta. No importa que el hombre del momento en el Tri no haya anotado con los Guerreros (pero dio dos pases de gol), ahí está Jesús Escoboza, ese semidesconocido para algunos, que Miguel Herrera se atrevió vestir de verde. Escoboza anotó uno de los goles de la victoria de los de Torreón 3-2 sobre Querétaro.

 

¿Nos vamos al Mundial! ¡Nos vamos al Mundial!

 

La arenga que entre los leoneses no callaron Luis Montes, el Gullit Carlos Peña,Edwin Hernández y Rafael Márquez, algunos con más, otros con menos tiempo en el campo. Montes anotó uno de los goles de los Panzas Verdes. Puro empuje motivacional, cortesía tricolor. Los guanajuatenses empataron 3-3 a domicilio con el Morelia.

 

Si no, preguntar al América. ¿Cansancio?, seguro que lo había, pero a los amarillos, cansados o no, en desventaja numérica, con terreno mojado, o temperaturas cercanas a los cero grados, parece que eso del suspenso y el drama les viene como el su técnico. A Tigres le empató 2-2 con el reloj en extinción. Y con gol incluido de Juan Carlos Valenzuela, otro de los indiscutibles del Tri.

 

Pura intensidad, no importa si fueron 10, cuatro, dos o uno los seleccionados. La ida delos cuartos de final favoreció a los recién llegados del otro lado del orbe, con ese boleto que permitió revaluar en algo el nivel del futbol mexicano, tan maltratado en una eliminatoria que estuvo a nada de ser fatídica, pero que hoy promete una Liguilla épica, de pies calientes y redes infladas, porque así, y como no, al futbol es difícil no quererlo.