La iniciativa privada exigió una reforma energética al Senado de la República que establezca la producción compartida y licencias para la exploración y extracción de petróleo, así como una apertura regulada para la petroquímica, transporte, distribución y venta de combustibles.

 

“En las actividades de exploración y extracción, la clave es otorgar al Estado la capacidad de manejar una gama competitiva de tipos de contratos, incluyendo producción compartida y licencias, en función de lo que sea más idóneo en cada segmento”, aseguró Gerardo Gutiérrez Candiani, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE).

 

“En petroquímica, transporte, distribución y venta de combustibles, así como electricidad, una apertura regulada”, señaló el empresario.

 

Las dos estrategias están siendo implementadas en casi todo el mundo, pero en México se muestran con mucho retraso, recordó el líder de la cúpula empresarial.

 

Agregó que los cambios al sector energético de este país deben concretarse antes de que termine este año, porque son la llave de entrada a aumentar la renta petrolera y a generar un volumen inédito de inversiones extranjeras.

 

El éxito de los cambios en el sector energético de México se medirá en gran medida en que puedan participar las empresas mexicanas, como palanca para su desarrollo y multiplicación, manifestó.

 

“Necesitamos una política energética de largo plazo, bien sincronizada con una política industrial o de fomento económico con visión, objetivos y estrategias claras, lo cual hoy tenemos pendiente. Eso es lo que está haciendo Estados Unidos, para que su revolución energética catalice un gran resurgimiento industrial”, expuso.

 

Entre los frentes prioritarios para la legislación secundaria están la participación de las pequeñas y medianas (Pymes) en el desarrollo regional y para generar condiciones para un abasto suficiente y competitivo de insumos energéticos para el sector productivo, comentó Candiani.

 

Las fallas en el suministro energético este año costó cerca de 0.3% del crecimiento del producto interno bruto (PIB), dijo.

 

“En la legislación secundaria, también es fundamental diseñar mecanismos viables de transferencia tecnológica e integración de contenido nacional, en un justo balance que genere mecanismos e incentivos para la vinculación entre empresas transnacionales y mexicanas, así como entre grandes empresas y Pymes”.

 

Se necesita un Estado que en lugar de monopolizar actividades pueda convertirse en un regulador fuerte y competente, con instituciones sólidas que promuevan la competencia y eficiencia en los mercados, expuso.

 

El empresario añadió que en la parte de exploración y extracción, áreas como aguas profundas requieren de inversiones inmensas y tecnología de punta, pero hay enormes oportunidades en proveeduría de productos, servicios, construcción, consultoría y muchos otros rubros.

 

Dijo que en petróleo y gas shale, son empresas de menor tamaño las que están llevando la delantera en Estados Unidos, porque en este segmento la flexibilidad, la capacidad de emprendimiento y enfoque regional son cruciales.

 

“Aquí hay grandes oportunidades para compañías mexicanas que puedan construir cadenas de valor e inclusive asociarse para obtener y operar licencias con firmas de nuestros países vecinos, que hasta ahora se han centrado en el ámbito local”.

 

“El sector empresarial propone desarrollar un esquema de consorcios de empresas, principalmente en los estados en los que se concentra la actividad y potencial en el sector energético, como Coahuila, Nuevo León, San Luis Potosí, Tamaulipas, Veracruz, Puebla, Guanajuato, Tabasco, Campeche, Chiapas, Oaxaca e Hidalgo”.

 

Este modelo no consiste en que varias compañías formen una sola, sino que sumen fuerzas para poder desarrollar y ofrecer productos y servicios competitivos, dijo.

 

Puntualizó que el objetivo es la inserción de las Pymes en contratos tales como los petroleros que se ejecuten en cada región, ya sea con Pemex o las empresas que vengan.

 

“Se trata de conjuntar esfuerzos entre la iniciativa privada, los estados, organismos como el Instituto del Emprendedor y los diferentes Fondos Pyme para armar programas eficaces que integren vinculación, crédito y capacitación focalizada, comenzando por cumplir con todos y cada uno de los requisitos técnicos y administrativos, legales y financieros”, añadió.