El escritor peruano Mario Vargas Llosa, Premio Nobel de Literatura 2010, inauguró esta noche un ciclo de cine en su honor, como parte del Festival «Viva Perú», en el cual se proyectarán cinco películas basadas en novelas del autor.

 

Durante el acto, celebrado en la Cineteca Nacional, Vargas Llosa aseguró que uno de los más grandes aprendizajes que le ha dado la vida es que «yo no soy ni seré nunca, ni remotamente, un cineasta».

 

El autor de la novela «La ciudad y los perros», quien se disculpó por haber llegado con una hora de retraso a la cita, advirtió -en tono de broma- que él es el único y absoluto responsable de la catastrófica película «Pantaleón y las visitadoras».

 

Refirió: «Sólo una vez he estado involucrado en una producción cinematográfica, desde la estructura del guión hasta el resultado final, que fue catastrófico; me considero y declaro total y único responsable de ese resultado».

 

De visita en México para ser parte de diversas actividades del Festival «Viva Perú», Mario Vargas Llosa recordó su primer acercamiento con el arte cinematográfico: «Mi mamá decía que las primeras veces que me llevó a una sala de cine, en cuanto apagaban las luces, yo chillaba tremendamente».

 

En mi adolescencia, dijo, me hice aficionado al buen cine y no fueron pocos los sábados, día de asueto, los que pasé frente a la entonces pantalla de plata.

 

Posteriormente, el también Premio Rómulo Gallegos 1967 se refirió a la película con la que esta noche se abrió el ciclo dedicado a él, «La fiesta del chivo», dirigida por Luis Llosa.

 

«Esta película refleja con mucha fidelidad el espíritu de la historia que yo escribí. Investigué muchos años antes de escribir esa novela que tiene mucha ficción y numerosos elementos históricos», explicó.

 

El autor latinoamericano agregó que en su novela toma nota de los 31 años de dictadura de Rafael Trujillo en República Dominicana, allá por las décadas 40 y 50 del siglo pasado.

 

Por otro lado, el director de cine Luis Llosa explicó que en «La fiesta del chivo», la narrativa de Vargas Llosa transita a través de tres historias paralelas, y que llevarlas al cine representó un reto mayúsculo.

 

El cineasta destacó que la novela y el filme poseen una vigencia extraordinaria, «porque en América Latina y en el mundo se mantiene la ambición del poder y el abuso a los sectores desprotegidos y vulnerables; espero que esta historia sirva para crear conciencia en la población y en las autoridades».

 

La Cineteca Nacional informó que la cartelera dedicada a Mario Vargas Llosa incluye además de «La fiesta del chivo», «Los cachorros»; «Pantaleón y las visitadoras» (1976), dirigida en 1976 por el propio escritor y José María Gutiérrez Santos; «La ciudad y los perros», y la versión más reciente de «Pantaleón y las visitadoras», que dirigió en 1999 Francisco J. Lombardi.