El nuevo embajador de la Unión Europea en este país, Andrew Stanley, afirmó que dedicará buena parte de su mandato a negociar y profundizar el acuerdo comercial que la región tiene con México, el cual necesita ser actualizado luego de su entrada en vigor en 2000, pues ya no corresponde con las posibilidades de comercio actual ni con los tratados que los europeos firmaron desde entonces con sus demás socios.

Si bien afirmó que las empresas europeas tienen un gran interés en participar en los sectores de las telecomunicaciones y de la energía en México, el diplomático estimó que todavía no está claro cómo se aplicarán los cambios con las reformas que plantea el gobierno federal, por lo que es difícil determinar qué tipo de inversión se podrá realizar en el país.

 

–¿Cuáles son sus expectativas el mandato que está iniciando en México como embajador?

 

–El punto de partida es la excelente relación que existe aquí entre México y la Unión Europea plasmada en esos acuerdos tanto comerciales como estratégicos que ya tenemos con México. En la parte comercial tenemos el acuerdo global que remonta al año 2000. Creo que el trabajo más importante y que espero poder llevar a cabo durante mi estancia aquí en México va a ser el proceso de renovación y profundización de los acuerdos ya existentes.

 

“Al inicio de este año, en la cumbre entre la Unión Europea y México, se reunieron el presidente Enrique Peña Nieto y Herman Van Rompuy y acordaron empezar ese proceso de reflexión sobre la profundización de los acuerdos. Entonces me toca durante esos años que vienen ver cómo conjuntamente con la parte mexicana avanzar en ese trabajo. De hecho, estamos avanzando en pláticas técnicas en la parte comercial y también en lo que tiene que ver con el futuro de la cooperación entre México y la Unión Europea y vamos a ver el tercer pilar que es el diálogo político”.

 

–Ya se firmó el Tratado de Libre Comercio entre la Unión Europea y Canadá, ya iniciaron las discusiones para el TLC con Estados Unidos. ¿Cómo van las negociaciones para la renovación del acuerdo con México?

 

–Ya estamos empezando con pláticas técnicas para despejar el terreno para ver cuáles son los objetivos mutuos compartidos en la parte europea y la parte mexicana en este proceso de profundización del acuerdo comercial. Después de este trabajo preparatorio técnico, vamos a ver entonces cómo se presenta la perspectiva de negociación o una profundización del acuerdo. Pero ahora estamos en la fase de un trabajo preparatorio.

 

–¿Para cuándo se puede esperar entonces un nuevo acuerdo?

 

–Es muy difícil de decirle a esta altura, porque estamos justamente en un inicio de un trabajo preparatorio técnico. En función de los avances de este trabajo y de los resultados vamos a tener una idea un poco más clara.

 

–¿No hubiera sido mejor negociar directamente un acuerdo con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, en lugar de negociar un acuerdo país por país?

 

–Hemos concluido las negociaciones comerciales con Canadá, estamos ahora empezando las negociaciones con Estados Unidos y va a ser una negociación muy importante, muy compleja por el volumen y por los intereses que existen entre ambas partes. Por separado, estamos entrando en ese proceso de reflexión sobre la profundización del acuerdo con México. Se tratan de negociaciones separadas y de negociación bilateral, pero queda claro que de cierta manera una negociación tiene una influencia sobre otra porque estamos en un solo planeta y en un marco comercial un poco compartido. La negociación de profundización del acuerdo comercial entre la Unión Europea y México es un proceso bilateral.

 

–¿Cuáles son los intereses o sectores en México que interesan a la Unión Europea?

 

–Ya no estamos hablando de sectores porque lo que estamos explorando ahora son estas pláticas técnicas, pero lo que sí se puede decir es que el acuerdo que tenemos aquí y que remonta al año 2000, que era en ese momento un acuerdo muy avanzado, debe ser actualizado, porque con el transcurso de los años hemos hecho nuevos acuerdos comerciales con otros socios y son acuerdos mucho más avanzados que abarcan nuevos sectores que no están incluidos en el acuerdo con México. Por ejemplo, el tema de las inversiones, de la propiedad intelectual, las compras públicas, la regulación del comercio y entonces creo que se puede pensar que en la profundización del acuerdo con México, vamos a ir con la posibilidad de incluir esos nuevos sectores y tal vez otros también en el nuevo marco comercial UE-México.

 

–México está haciendo varias reformas estructurales, especialmente en los sectores de las telecomunicaciones y de la energía que son los que interesan a las empresas a nivel internacional. ¿Cómo evalúa usted estas reformas?

 

–Con mucho interés, pero en lo que se refiere a la reforma energética, todavía no se sabe lo que va a salir. En cuanto a las telecomunicaciones, tampoco se sabe, exactamente en detalle, las leyes secundarias ni la aplicación de la reforma, pero lo que sí queda claro es que hay mucho interés por parte de las empresas europeas de manera general, y eso se ha reflejado en el alto nivel de inversión europea en México que se acerca en términos de volumen a la de Estados Unidos en México. Eso es una clara expresión del interés que tiene la empresa privada europea para invertir en México y ojalá con el proceso de reformas se generen nuevas oportunidades para nuevas inversiones.

 

–Hay muchas empresas europeas justamente que ya trabajan en la energía limpia, sobre todo en energía solar y eólica. ¿Hay planes de inversión en México?

 

–Serían planes de empresas privadas. Son decisiones empresariales que tomen ellas, pero sí hay mucho interés no solamente en estos sectores de las energías renovables, sino también en muchos otros sectores. Eso va a depender de la forma que tome la reforma energética.

 

–Hubo varios conflictos con gobiernos europeos, especialmente con Francia, durante la administración anterior. ¿Qué hará la UE para mejorar las relaciones con México?

 

–Los temas bilaterales los llevan las embajadas de los estados miembros, pero en general la relación entre México y la Unión Europea es excelente. Sí se puede mejorar y precisamente a través de la profundización y de la ampliación de los acuerdos comerciales. Es una manera de mejorar más esta relación que ya es excelente aquí en México.