WASHINGTON. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, visitó hoy a los activistas que están en huelga de hambre en el Mall de Washington para pedir que se apruebe una reforma migratoria integral en el país y dijo estar “orgulloso” de ellos.
Acompañado de su esposa, Michelle Obama, el mandatario se desplazó en la mañana de hoy desde la Casa Blanca hasta los jardines cercanos al Capitolio donde los activistas proderechos migratorios se encuentran acampados sin comer desde el pasado día 12.
Obama y la primera dama trasladaron su apoyo a Eliseo Medina, miembro del Sindicato Internacional de Trabajadores de Servicios (SEIU, en inglés), quien ya ha perdido cerca de 10 kilos y está visiblemente más delgado que cuando comenzó, así como a Dae Joong Yoon, director del Consorcio Nacional Coreano Americano de Servicios y Educación.
Los Obama estuvieron cerca de media hora con los activistas para trasladarles su ánimo, pero la Casa Blanca no informó del contenido de las conversaciones.
“Mientras las familias empiezan a reunirse para Acción de Gracias, estoy pensando en los valientes activistas por la reforma migratoria de #Fast4Families. Estamos con ustedes”, tuiteó personalmente la esposa del mandatario este martes.
Los organizadores pretenden que más ciudadanos se involucren en todo Estados Unidos y se unan a su ayuno entre el 1 y 3 de diciembre para pedir al presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, que dé marcha atrás y desbloquee el camino hacia una reforma migratoria que regularice a 11 millones de personas.
La huelga de hambre frente al Capitolio comenzó justo un día antes de que Boehner asegurara que los republicanos de la Cámara de Representantes no iban a debatir en lo que queda de año la reforma migratoria, lo que retrasa aún más un proyecto de ley que ya tenía el visto bueno del Senado.
El pequeño grupo de huelguistas de hambre, entre los que se encuentran religiosos, inmigrantes indocumentados o activistas de minorías como la asiática, ha recibido el apoyo de centenares de personas que se han unido por períodos cortos de tiempo al ayuno en la explanada del National Mall.
En las tiendas han acumulado mensajes de apoyo, imágenes de Gandhi o César Chávez (líder campesino estadounidense) y han levantado un pequeño altar a la Virgen de Guadalupe para rezar y pedir que los políticos que trabajan a pocos metros de la acampada entiendan la importancia de regularizar la situación de familias separadas o personas que trabajan y son tratadas como ciudadanos de segunda clase.
La reforma migratoria es una de las prioridades de la agenda política del presidente estadounidense, pero la fuerte polarización política en el Congreso está obstaculizando que vea la luz.