KIEV, UCRANIA.Hasta medio millón de manifestantes, según los partidos opositores convocantes, y 150 mil, de acuerdo con el Ministerio del Interior de Ucrania resistieron a la policía y se congregaron en el centro de la capital y tomaron la plaza de la Independencia de Kiev para pedir la dimisión del presidente del país, Víctor Yanukóvich, y de su gobierno en la protesta más grande desde la Revolución Naranja de 2004.
Desafiaron la nueva prohibición gubernamental de protestas en la Plaza de la Independencia, en la mayor muestra pública de furia por la decisión del presidente de no firmar un acuerdo de libre comercio con la Unión Europea.
La policía permitió que el acto se realizase pacíficamente, pero cuando varios miles de manifestantes trataron de ingresar al vecino edificio presidencial con una pala mecánica, la policía antimotines usó gas lacrimógeno, garrotes y granadas aturdidoras para rechazarles. Decenas de personas con heridas en la cabeza fueron sacadas del lugar en ambulancias.
Prominentes políticos opositores que encabezaron la marcha realizaron una conferencia de prensa para pedir calma.
El presidente de Ucrania, Viktor Yanukovych, condenó el sábado por la tarde la violenta disolución de una protesta de manifestantes partidarios de la Unión Europea por parte de la policía antimotines.
Yanukovych dijo en un discurso que condenaba «las acciones que condujeron al enfrentamiento por la fuerza» y reclamó una investigación y el castigo a los culpables.
Poco antes, los efectivos antimotines reprimieron a varios cientos de manifestantes en la Plaza Independencia en el centro de Kiev y golpearon a algunos con cachiporras.
Vitaly Klitschko, campeón mundial de boxeo y líder del partido opositor Udar, criticó los intentos de ingresar al palacio presidencial, diciendo que eran un esfuerzo para provocar al gobierno a declarar el estado de emergencia. Le pidió a los manifestantes a permanecer en la plaza en una protesta pacífica.
El Ministerio del Interior dijo que la confrontación fue iniciada por unas 200 personas enmascaradas que usaron una pala mecánica para tratar de romper las líneas policiales y usaron gas contra la policía.
Hablando en el acto desde el techo de un autobús, líderes opositores demandaron la renuncia del presidente Viktor Yanukovich y su gobierno. Llamaron además a una huelga general y a que se instalen tiendas de campaña para permitir a los manifestantes quedarse en la plaza 24 horas al día.
«Nuestro plan es claro: No es una manifestación. No es una reacción. Es una revolución», dijo Yury Lutsenko.
Cantos de «revolución» se escucharon en medio de un mar de banderas ucranianas y de la UE en la plaza, donde el gobierno había prohibido manifestaciones a partir del domingo.
La muchedumbre fue la mayor desde el inicio de las protestas hace más de una semana. Muchos de los participantes viajaron a Kiev desde el occidente de Ucrania, donde el sentimiento pro UE es especialmente fuerte.
«Estamos furiosos», dijo el empresario retirado Mikola Sapronov, de 62 años. «Los líderes deben renunciar. Queremos Europa y libertad».
Kiev ha sido escenario de protestas diarias desde que Yanukovich abandonó los planes para firmar un acuerdo de asociación con la UE que habría establecido esencialmente comercio libre y profundizado la cooperación entre Ucrania y el bloque europeo.
El presidente ucraniano argumentó que su país no puede darse el lujo de sacrificar el comercio con Rusia, que trató de bloquear el acuerdo prohibiendo la importación de algunos productos ucranianos, reduciendo suministros de gas y amenazando más sanciones comerciales. Una disputa en 2009 entre Kiev y Moscú sobre el precio del gas ocasionó una interrupción del servicio de gas por tres semanas a Ucrania. (C0n información de AP y Notimex)