El 19 de noviembre la aclamada feminista estadunidense Gloria Steinem visitó a activistas que están a favor de la reforma migratoria y que se encuentran en huelga de hambre desde el 12 de noviembre en el National Mall de Washington D.C., para presionar a la Cámara de Representantes a que aprueben este año una ley integral que detenga las deportaciones y de certeza legal a los 11.5 millones de migrantes que se encuentran en Estados Unidos.

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En esa ocasión que coincidió con la entrega a la activista de 79 años del reconocimiento “Medalla de la Libertad” en la Casa Blanca por sus contribuciones a la lucha por los derechos de las mujeres, hizo saber a decenas de activistas que “La inmigración es un asunto feminista porque alrededor de las tres cuartas partes de los inmigrantes que se encuentran ilegalmente en EU son mujeres y niños”.

Justo el feminismo es la lucha contra la inequidad, la explotación, violencia e ignorancia que existe en la sociedad hacia los grupos más desprotegidos de la población, especialmente las mujeres y sobre todo aquellas que por su inestable condición migratoria se ven más vulnerables.

Las mujeres que se encuentran indocumentadas en Estados Unidos se enfrentan a retos aún mayores que sus homólogos masculinos. La paga por su trabajo es menor y se ven obligadas a laborar en ambientes inseguros y a verse sometidas a acoso sexual por parte de los empleadores. Viven en una situación en que tienen poco o nulo acceso a recursos jurídicos para denunciar abuso físico, emocional y sexual cometidos contra ellas ya que temen ser arrestadas o deportadas, lo que las sitúa en gran indefensión.

El sistema de protección para las mujeres por el cual las feministas estadunidenses han trabajado duro durante muchos años se ve totalmente socavado por el sistema actual de inmigración en Estados Unidos, y es por eso que como bien señalara Steinem la reforma migratoria es un tema feminista, que debe ser abordado y apoyado desde diferentes frentes.

Gloria Anzaldúa, la teórica chicana feminista, señala de manera acertada esta situación de vulnerabilidad en su libro Borderlands. The New Mestiza=La Frontera: “Vivir en la frontera de nadie, atrapad@ entre ser tratad@s como criminales y ser capaz de comer, entre la resistencia y la deportación, l@s refugiad@s ilegales son algún@s de l@s más pobres y l@s más explotad@s de cualquier pueblo en EU”.

Estados Unidos necesita un plan que proporcione acceso a la educación pública, apoya la unificación de las familias, ofrezca vías realistas para la ciudadanía legal y el trabajo, y le dé a los inmigrantes indocumentados la inmunidad de deportación cuando denuncian abusos en el trabajo o en otras áreas de sus vidas.

Aunque el proyecto de reforma migratoria se ha estancado ante la negativa del líder republicano en la Cámara de Representantes, cámara baja del Congreso, John Boehner, de dialogar con la cámara alta del Congreso, el Senado, para una reforma integral migratoria, grupos de mujeres activistas cohesionadas en el grupo We Belong Together, han luchado intensamente por  centrar la atención en el impacto negativo que tiene en las mujeres la falta de una reforma migratoria.

Según datos de We Belong Together,  las mujeres constituyen aproximadamente el 51% de la población inmigrante. “Un voto en contra de la reforma de inmigración, o la falta de acción en este tema”, dijo Pramila Jayapal, co-presidenta del grupo de inmigración de We Belong Together, “es en realidad un voto en contra de las mujeres, los niños y las familias”.

Pese a las presiones de las y los activistas pro inmigración, la Cámara de Representantes que tiene mayoría republicana ha evitado tratar una iniciativa integral migratoria. Si no han querido entablar un diálogo, mucho menos una votación. Esta situación deja en la inestabilidad la reforma que el presidente estadunidense Barack Obama prometiera se cumpliría este 2013.

Parece que de nuevo esta reforma quedará sin aterrizar, hecho que ha dejado mermada la credibilidad de Obama y esto lo podemos constatar con la interrupción que el activista indocumentado Ju Hong de la Universidad de California en Berkeley hizo durante un discurso del presidente estadunidense en San Francisco la semana pasada,  al demandarle se detengan las deportaciones: “Por favor, use una orden ejecutiva para detener las deportaciones; necesitamos que nos ayude ahora”.

Esta petición responde a que en los últimos años Obama ha deportado a un millón de indocumentad@s, lo que lo sitúa como el presidente estadunidense que ha hecho más deportaciones en la historia de Estados Unidos. Cada día, 100 mil inmigrantes son deportados por las medidas anti inmigratorias bajo la administración Obama, lo que ha afectado de manera exponencial a las mujeres, al fragmentar a las familias y poner en una situación aún más frágil su situación económica y legal.

El apoyo de Steinem aunque no es decisivo en el Congreso, es simbólico y de gran contundencia, ya que ella como una de las más importantes líderes del movimiento feminista estadunidense posibilita mediante su apoyo y presencia, como modelo a seguir, que otros grupos de mujeres que se encuentran en situación de vulnerabilidad se sientan respaldadas y empoderadas y por lo mismo se ponga en relevancia lo que muchas y muchos activistas trabajan por el progreso de una de las naciones que si bien suele olvidarlo, se ha cimentado en el hecho de ser un país construido a base de la riqueza en la multiplicidad de las procedencias migratorias de sus habitantes.