Federico Martínez Urmeneta, presidente del Consejo de Administración Grupo Tradeco, está listo para explotar y producir campos petrolíferos en México.

 

“Uno de nuestros intereses es seguir construyendo carreteras y autopistas en México, pero también nuestro interés es participar en el sector de energía, una vez que se apruebe la reforma energética (discutida en la Cámara de Senadores)”, señala el también director general de compañía.

 

El directivo adelanta a 24 HORAS que llevarán a la empresa constructora a mercados como Rusia, Perú, Chile y Uruguay; naciones donde hay oportunidades de levantar infraestructura.

 

La constructora Tradeco fue fundada el 18 de febrero de 1992, con el objetivo de cumplir con las necesidades de desarrollo e infraestructura en México y América.

 

La trayectoria de la empresa es significativa. Ha desarrollado carreteras, puentes, hoteles, inmuebles para oficinas, administrativos, públicos, plantas industriales; ha tendido líneas de conducción de hidrocarburos y agua en México, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, Colombia y Bolivia.

 

“La construcción es una industria cíclica y hay que trabajar fuerte para resurgir y hacerle frente a etapas como la de 2013”, dice el abogado convertido en constructor.

 

Este año se contrajo el gasto del gobierno federal, lo cual provocó contracción de este sector.

 

“Nos ayudó mucho la operación internacional y también nos hizo crecer el buen cuerpo de ingenieros y el recurso humano con el que cuenta la compañía”, dice el galardonado este año por la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) con el Premio Lieberman por la construcción del puente Baluarte Bicentenario.

 

El Baluarte es considerado un orgullo de la ingeniería mexicana, ya que obtuvo un Record Guiness por ser el puente en su tipo más alto del mundo.

 

Está ubicado en la Sierra Madre Occidental sobre la autopista Mazatlán-Durango; une a los estados de Sinaloa y Durango en la zona llamada el espinazo del diablo.

 

Fue concluido en el primer trimestre de 2012 y entregado por el entonces presidente Felipe Calderón, luego de 47 meses de labores y una inversión de dos mil 035 millones de pesos.

 

— ¿Cómo aprovecha Tradeco la crisis de otras constructoras en México?

 

— La crisis es relativa, porque hay varias licitaciones en proceso y estamos viendo que hay actividad en el sector de la construcción. Hay que trabajar un poco más, porque las cosas darán.

 

— ¿Tradeco aprovecha esta coyuntura?

 

— Hay buenos proyectos y en diciembre empezará a darse un gran movimiento económico con el anuncio de las nuevas posibilidades de infraestructura que se harán públicas en los próximos meses.

 

— ¿Cómo marcha el plan de inversiones de Tradeco en Colombia, Panamá y Bolivia?

 

— En Colombia tenemos una actividad muy importante, ya que es un mercado en el que nos ha ido muy bien, actualmente tenemos proyecciones en construcción. En el mercado colombiano estamos trabajando desde 1999. En los otros dos mercados siempre buscamos oportunidades.

 

— ¿Cuánto invertirá en los próximos años Tradeco en los mercados donde participa?

 

— Nosotros invertimos en relación a los proyectos y realmente no es un monto que tengamos determinado y va a depender de los proyectos que podamos ganar.

 

— ¿En los últimos años cuánto han invertido?

 

— En México tenemos un buen paquete de concesiones y también en Sudamérica. Hemos invertido muchísimo en obra pública, donde el cliente paga.

 

— ¿Cuántas obras públicas han construido en América Latina?

 

— Híjole… No sé. Ese es un número que no te lo podría determinar, pero hemos construido en Colombia, Centroamérica, Bolivia, Estados Unidos y México.

 

— ¿Qué otras naciones busca Tradeco?

 

— Estamos buscando oportunidades de inversión en América del Sur y eventualmente en Europa del Este.

 

— ¿Qué países en concreto?

 

— Rusia, Perú, Chile y Uruguay.

 

En los próximos años, Tradeco busca aprovechar la reforma energética del presidente Enrique Peña Nieto que propone abrir a la inversión del sector privado la industria petrolera, del gas y de la electricidad en México; siempre sin que el Estado pierda la rectoría ni el control. En contraparte, los partidos se oponen a que la iniciativa privada participe en el sector energético, al considerar que comenzará la privatización y entrega de los hidrocarburos y la electricidad.

 

— ¿Tradeco le apostará al sector energético en México?

 

— Nosotros tenemos una división dentro del Grupo que se dedica a la parte energética y estamos muy metidos en el tendido de líneas en el mar, principalmente de ductos de conducción de hidrocarburos y en algunas plantas de proceso de refinación.

 

— ¿Con la aprobación de la reforma energética buscarán contratos?

 

— Claro. Por primera vez una reforma energética traerá muchos beneficios para el país y a Tradeco se le multiplicarán las oportunidades de inversión, porque habrá muchos más clientes en lo que actualmente construimos y eventualmente se prestarán servicios que están en manos de Petróleos Mexicanos (Pemex).

 

— ¿Cuáles son los servicios donde invertirán?

 

— Producción, exploración y desarrollo de campo, pero cobrando un beneficio de lo que encuentras en el subsuelo.

 

CAPITAL PRIVADO NO ES CAPRICHO

 

La participación de la industria privada en la exploración, extracción, producción y distribución de petróleo y energía eléctrica no es un capricho, sino una necesidad para impulsar la actividad económica en México, advierte el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).

 

“La participación del capital privado no es un mero capricho, existe una necesidad real de complementar los esfuerzos de Pemex”, señala el organismo dependiente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE).

 

Agrega que en las últimas décadas, la dinámica tecnológica llevó a la industria petrolera a desarrollar proyectos de mayor envergadura como los yacimientos de aguas profundas, de gas de lutitas y campos maduros.

 

“Sin embargo, a Pemex le falta la capacidad tecnológica y de recursos para hacer frente a todas estas posibilidades, porque sólo se especializó en los trabajos de yacimientos de aguas someras”.

 

En materia de derivados como la gasolina, el creciente consumo ha tenido que ser compensado principalmente con importaciones, lo cual es tema preocupante, dice.

 

“La Secretaría de Energía (Sener) muestran cómo la relación del valor exportaciones/importaciones de hidrocarburos, incluyendo gas natural, petrolíferos y petroquímicos se ha venido deteriorando significativamente: Mientras que a mediados de los noventas el valor de las exportaciones llegó a representar cerca de siete veces el valor de las importaciones, en 2012 esta relación fue notoriamente inferior, toda vez que las exportaciones representaron menos de dos veces las importaciones”, detalle el Centro de Estudios.

 

“De no revertirse esta tendencia, es factible que en un lapso no muy largo, nuestro país se pueda convertir en un importador neto de hidrocarburos”, explica.

 

“Fortaleciendo el sector energético, el país verá beneficios de un abasto seguro de combustibles sin interrupciones, como pasó recientemente con el suministro de gas, y que pudo haber tenido una incidencia negativa en el PIB de aproximadamente un décima de punto porcentual”, añade el CEESP.