Los símbolos son siempre importantes en los grupos armados, y cuando se presentan en sociedad, los despliegan para transmitir seriedad y poder. Por eso, los símbolos en la aparición de las Fuerzas Armadas Revolucionarias-Liberación del Pueblo este fin de semana en Guerrero llama tanto la atención. Lo primero, el color blanco en el estandarte con su nombre, en lugar del convencional rojo y negro. Luego la ropa de los tres “comandantes”, pantalón y camisa para un día cualquiera, en lugar de las fatigas militares. Finalmente, las armas. No aparecieron por ningún lado los fusiles de asalto que tienen las guerrillas, sino una escopeta como cualquier labriego –o policías comunitarios y grupos de autodefensa civil- tiene. Difundieron una fotografía cuya pobreza en la composición gráfica refleja un grupo frugal.

 

La posibilidad de que represente una “nueva guerrilla”, como se difundió en la prensa este lunes al reproducirse uno de sus dos comunicados es tan real, que el muy serio Centro de Documentación de los Movimientos Armados, incorporó a ambos en su portal. No le da carta de legitimidad a las FAR-LP, que es su acrónimo, pero es un registro importante.

 

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