En lo que representa la acusación más importante en contra de un ex gobernador mexicano, el gobierno de Estados Unidos persigue a Tomás Yarrington Ruvalcaba por traficar drogas y lavar dinero a favor de cárteles mexicanos durante más de una década.

 

De acuerdo con la acusación que fue erradicada el 22 de mayo en una Corte del Distrito de Brownsville, Texas, pero revelada públicamente apenas ayer, el ex funcionario comenzó a trabajar para el Cártel del Golfo desde 1998, cuando era funcionario de Hacienda en el gobierno de Tamaulipas.

 

“Comenzó aproximadamente 1998 -establece la acusación-, convirtiéndose en una constante a partir de entonces, Tomás Yarrington Ruvalcaba era asistido por miembros corruptos de la policía del estado de Tamaulipas, que recibían sobornos por parte de las organizaciones de la droga que entonces operaban en Tamaulipas, entre ellos el cártel del Golfo”.

 

“Esos sobornos –añade– fueron recogidos por miembros de la policía del estado y  entregados para el control de Jesús Vega Sánchez (entonces secretario de Organización Política de Yarrington, meses más tarde líder estatal del PRI en Tamaulipas y quien moriría al en marzo de 1999) y Tomás Yarrington. Las cantidades  de sobornos por pago variaban, pero en total fueron millones de dólares”.

 

La complicidad del ex gobernador con el narcotráfico continuó durante toda su administración en el gobierno del estado, es decir de 1999 al 2004, periodo en el cual según los fiscales, se permitió el libre ingreso a Estados Unidos, a través de la frontera de Tamaulipas, de miles de toneladas de marihuana y de cocaína.

 

Para 1998, sostiene el documento, Yarrington “dirigió una conspiración” para adquirir un condominio de lujo en Isla del Padre, en Texas, operación que se cerró en diciembre de 1998, por un precio de 450 mil dólares, suma que fue pagada totalmente en abril de 1999, cuando ya era gobernador de Tamaulipas.

 

Pago por el inmueble, desde entonces y hasta 2012, cada mes 900 dólares por mantenimiento, utilizando cuentas bancarias en Wells Fargo y Lone Star. También cubrió los impuestos y reparaciones del departamento, a través de cuentas bancarias de uno de sus prestanombres, Napoleón Rodríguez, quien hace unos meses se convirtió en testigo protegido de la DEA y de PGR.

 

Tras dejar la gubernatura, sostiene la acusación de la que tiene copia 24 Horas, Yarrington continuó colaborando aún más de cerca con varios cárteles en la entidad y fuera de ella, como el caso de los Beltrán Leyva, a quienes apoyó en el trasiego de droga desde el Puerto de Veracruz. También consolidó una red de lavado de dinero utilizando prestanombres con los que movilizó millones de dólares a través de bancos en México y Estados Unidos.

 

El Buró Federal de Investigación (FBI) anunció ayer en un comunicado el retiro del sello del expediente y la condición de fugitivos tanto de Yarrington como de su principal socio, el empresario Fernando Cano. El primero enfrenta ocho cargos por la distribución de sustancias controladas, declaraciones falsas para obtener préstamos bancarios, obtener dinero de bancos utilizando engaños y lavado de dinero.

 

El expediente consta de 53 páginas, mucho mayor al de 14 cuartillas que integran la acusación de Cano. Ello se debe al detalle con el que se describe cada uno de los cargos, así como las operaciones bancarias, bienes identificados e inversiones de lo que denomina Estados Unidos: “empresa delictiva”.

 

Veracruz y narcoavión

 

En la acusación los fiscales señalan que entre el 2007 y 2009, Yarrington acordó con representantes de los cárteles del Golfo y los Beltrán Leyva el trasiego de cocaína desde el Puerto de Veracruz, a cambio de recibir una parte de las ganancias. La droga llegaba por vía marítima a México y luego era redirigida por tierra hacia los Estados Unidos.

 

Años antes, en el 2004, Yarrington en complicidad con una persona que ocupaba un “alto cargo de elección popular” en el municipio de Nuevo Laredo, Tamaulipas, sostiene el documento, desviaron 60 millones de pesos de los recursos públicos.

 

En diciembre de ese mismo año, tras haber concluido su administración, el ex gobernador tomó control de esos fondos y recibió el apoyo de quien fungió como su subsecretario de Egresos (quien podría ser Alfredo Sandoval Musi), durante su administración para canalizar el dinero a cuentas bancarias en Estados Unidos.

 

De una de esas cuentas, la 7535 del International Bank, provinieron los 300 mil dólares que se utilizaron para pagar un aeronave Sabreliner 60 matrícula XBULF. Aeronave que fue utilizada por el ex gobernador y sus cómplices, se lee en el expediente, en numerosas ocasiones.

 

Sus cómplices

 

En la acusación se sostiene que Yarrington y Cano trabajaron juntos, además de otros cómplices, para adquirir bienes raíces en México de forma oculta para no ser fácilmente detectados.

 

La acusación describe varias de las operaciones que ya se habían mencionado en la acusación de Cano; sin embargo ahora se detallan algunas más y se suman empresas fachada para el lavado de dinero.

 

Por ejemplo, se utilizó a una empresa de nombre Pesquera Investments para abrir una cuenta bancaria en mayo del 2005, en la que fueron depositados más de 400 mil dólares. En diciembre del 2005, esta empresa fue utilizada para el trámite de un préstamo por dos millones 850 mil dólares ante el First National Bank que servirían en la inversión de una propiedad en Camerón County, Texas.

 

Otra empresa de Fernando Cano, Materiales y Construcciones Villa de Aguajo S.A., fue utilizada para garantizar un préstamo de más de seis millones 650 mil dólares que se invirtieron en la compra de un terreno de 46 acres en Bexas County, Texas.

Datos

 

Los fiscales buscan por lo menos 131 millones de dólares por indemnización de parte de Yarrington y Cano.

La defensa de Yarrington anunció que hoy darían un posicionamiento oficial a través de su cuenta en Twitter @contactotyr