Rojo, rojo sangre, rojo sudor, rojo lágrimas: es el infierno de José Saturnino Cardozo, el dueño actual del averno. Belcebú o Mefistófeles para los americanistas, cuestión de gustos para el águila que se quema apenas sobrevuela el infierno disfrazado de La Bombonera cada vez que se juegan Cuartos de Final o Semifinales desde que se instauraron los torneos cortos; todo ante un Toluca que les ha eliminado en cinco de las cinco ocasiones en que se han medido desde el Verano 1998 a la fecha. Es la bestia del quinto círculo del infierno para los amarillos, según Dante reservada para los orgullosos, iracundos, soberbios.
Son de los exorcismos pendientes para Miguel Herrera. El Diablo en Liguilla. El mismo que eliminó a sus emplumados en el Apertura 2012, cuando los rojos ganaron la ida en el Azteca 2-0 y se quedaron a un gol en la vuelta de eliminar a unos pingos (1-2, Toluca 3, América 2, global) que a la postre quedarían como subcampeones, luego de caer ante los Xolos del Turco Mohamed.
Una historia que los americanistas empezaron a tragar en el Verano 1998, justo en los tiempos en que Cardozo reinaba con cola larga, cuernos afilados y costales de goles en la Liga. Verano 1998, en que también en semifinales despacharon a los amarillos con global de 3-2. Una eliminación que abrió el camino para que Toluca se coronara ante Necaxa en la final.
Dos años después, en el invierno 2000, rojos y amarillos volvieron a chocar; la cita: el Azteca en la ida y el infierno en la vuelta; el resultado: apretado 4-4, pero Toluca se impuso por mejor posición en la tabla para luego emerger como campeón. América se convirtió en amuleto rojo para ganar el título, aunque si bien no se volvió a repetir, en lo que a campeonatos se refiere, sí en eliminaciones americanistas.
En el Clausura 2004 se encontraron en cuartos de final y Toluca venció con global de 4-2. Un aquelarre total: águila rostizada para toda la perra brava. Y la dosis se la repitieron a los de azul y amarillo en el Bicentenario 2010. ¡Goleada: Toluca 4, América 1!, vaya, el Diablo ni se despeinó ante un amarillo que ve el rojo y tiembla.
Es nada menos a lo que se mide el Piojo Miguel Herrera. A un dominio aplastante. Tan grande como el orgullo de los emplumados, más en épocas de bonanza, como las que viven hoy en día.
¿Cuánto hace que el América pudo con el Toluca en Liguilla? Hay que regresar en el tiempo hasta 1990: Cuartos de final, América 4, Toluca 1.
En esos tiempos era otro el orden del futbol mexicano, pero los tiempos cambiaron. Los años del águila se fueron y luego de la época del rayo vinieron los tiempos del Diablo. Años de Cardozo, de Sinha, de Meza. Años en que el monstruo rojo creció, se convirtió en Minotauro, Cancerbero, Mefistófeles y todas las bestias. Hoy el camino del ave vuelve a ser rojo, rojo sangre, rojo sudor, rojo lágrimas: es la vuelta al infierno de Cardozo, una de las últimas bestias en el camino de Miguel Herrera.