Las autoridades mexicanas investigan si mafias del crimen organizado, con posibles conexiones internacionales, están detrás del robo de cobalto 60, una sustancia radiactiva valorada en el mercado negro en 350 mil dólares y que puede ser utilizada para la fabricación de las llamadas “bombas sucias”.

 

La Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) de la Procuraduría General de la República (PGR) atrajo las investigaciones sobre este caso, del que también tomaron conocimiento autoridades de Estados Unidos y la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

 

“El asunto es de alta prioridad. Los técnicos especializados de la Comisión de Seguridad Nuclear son los responsables del confinamiento y análisis del material robado y luego recuperado, pero por el lado de la indagatoria se están verificando todas las posibilidades, no se descarta ninguna, entre ellas una acción intencional de sustraer el cobalto”,  dijo un funcionario ministerial.

 

Tampoco se ha desestimado la hipótesis de que los responsables sabían con precisión lo que robaron.

 

Fuentes federales indicaron que una cápsula con perdigones de cobalto de un equipo de teleterapia y radioterapia en mal estado, puede llegar a ser comercializada en el mercado negro internacional hasta en 350 mil dólares.

 

El material sí puede ser utilizado para construir las llamadas “bombas sucias”, para potenciar el efecto dañino convencional, o puede ser usado con fines terroristas, para la contaminación radiactiva de diversas fuentes y materiales.

 

“Lo que llama la atención es el posible desconocimiento de la gente que manipuló y abandonó el material pero tampoco puede desestimarse que fueran mercenarios inexpertos. Se trata de un material que sí tiene valor importante en el mercado negó”, indicó un funcionario.

 

El Pentágono, según reportó el periódico The New York Times, estaba monitoreando la situación muy de cerca, pero hasta el momento consideraban que el robo del cobalto no estaba ligado a alguna actividad terrorista, y que estaban preparados para asistir a México si se le solicita.

 

“Yo podría decir que estamos interesados, pero no preocupados”, dijo la fuente al diario estadunidense.

 

DATOS

 

En 1983, el caso de un contenedor de cobalto 60 perforado accidentalmente en un depósito de chatarra en Ciudad Juárez, bastó para contaminar 5 mil toneladas de metal.

 

La Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA) de la ONU registró entre 1993 y el 2006, 275 actividades de posesión, movimiento y comercio ilegal de sustancias nucleares; 300 casos de robo o extravío de sustancias radiactivas; así como 400 situaciones de manejo de estas sustancias sin los controles necesarios.