Las empresas con operaciones en México perdieron 1.9% de sus ingresos totales en 2013 debido a que se duplicó el número de fraudes y aumentó el robo de activos físicos, los actos de corrupción y de soborno, advirtió Brian Weihs, director general de Kroll en este país.

 

“Lo que es alarmante, fue que la pérdida financiera por fraude se duplicó con creces, pasando de 0.7% en la encuesta de 2012 a un 1.9% en este momento y muy por encima del promedio global”, afirmó el responsable de la empresa estadounidense que hace investigaciones sobre la prevención de riesgos en las economías.

 

En México cayó mucho el nivel de incidencia delictiva por estafa, pero las pérdidas son bastantes cuando se comparan con otros países como Rusia, una de las naciones donde se da más el delito, explicó el directivo.

 

Las empresas que más sufren fraudes son las grandes y en su mayoría con ingresos superiores a los 500 millones de dólares al año, en este análisis no están las pequeñas y medianas compañías, aclaró Weihs en la presentación de la Encuesta Anual Global sobre Fraude.

 

Actualmente, seis de cada 10 compañías son defraudas en la república mexicana, según Kroll.

 

La investigación fue realizada por The Economist Intelligence Unit, quien se encargó de encuestar a 901 altos ejecutivos del mundo pertenecientes a la industria entre julio y agosto de 2013.

 

El estudio investigó la incidencia de defraudación en los servicios financieros y profesionales; la venta al por menor y mayor; tecnología, medios y telecomunicaciones, salud y farmacéutica; viajes, ocio y transporte; bienes de consumo, construcción, ingeniería, así como infraestructura, recurso naturales y manufactura.

 

“Hay una percepción de las empresas encuestadas en la República Mexicana que hay un riesgo bastante sustancial sobre el robo de activos, fraude y corrupción”, dijo el especialista.

 

“El número de los encuestados que dicen que sus compañías se han visto más expuestas al fraude en los últimos 12 meses aumentó de 56% en la encuesta de 2012 a 93% este año, el número más alto de cualquier país o región en 2013”, señaló Weihs.

 

Agregó que la alta rotación de personal por sí sola aumenta el peligro de fraude en la mitad de las empresas.

 

La creciente complejidad de la tecnología de la información, el ingreso a nuevos mercados, la mayor tercerización, así como la mayor colaboración también son fuentes extendidas de una mayor exposición al fraude, comentó el directivo de Kroll México.

 

A pesar del rápido aumento en la vulnerabilidad, son demasiadas las empresas que no están dispuestas a invertir en protegerse, por ejemplo cuatro de cada 10 carece de presupuesto para una infraestructura de vigilancia, añadió.

 

“Si no quieren que las cifras mexicanas de fraudes sigan en aumento, las empresas tendrán que ser más agresivas al enfrentar el riesgo intensificado”, dijo Weihs.

 

Recordó que la mayoría de los fraudes son cometidos por algún actor interno, incluso 71% de las empresas conocen quién fueron los personas que cometieron el ilícito.

 

“Buena parte de los fraudes fueron detectados por los gerentes de la compañía, autorías internas y externas”, dijo el director de Kroll México.

 

“Vimos que 13% de las empresas no operaban ni invertían en África por problemas de fraude y corrupción, mientras 11% tampoco lo hizo en América Latina por esos problemas”, expresó el representante la compañía.

 

Recordó que muchas de esas compañías actualmente no cuentan con operaciones en América Latina y analizaron su decisión de invertir en las diferentes economías de la región.

 

“Debido a las demandas populares de una clase media en crecimiento, así como a la presión de organismos internacionales de desarrollo, países como Brasil, Colombia y México han promulgado recientemente marcos anticorrupción que disponen sanciones estrictas a los individuos y a las empresas culpables de actos de soborno, fraude en la contratación pública y manipulación de licitaciones”, señaló por su parte Recaredo Romero, director general de Kroll en América Latina.

 

En junio de 2012, entró en vigor la ley federal anticorrupción en contrataciones públicas en México (LFACP), expuso.

 

“La LFACP podría desempeñar un papel importante en el desarrollo de la reforma institucional necesaria para gestionar el plan del presidente Peña Nieto de permitir inversiones privadas en el sector del petróleo y el gas de México por primera vez desde 1960, lo que podría marcar el comienzo de una nueva ola de inversión extranjera directa”, añadió Romero.

 

“Los países que implementaron reformas recientemente, tales como Brasil, Colombia y México, tendrán que mejorar sus capacidades internas para realizar un seguimiento eficaz de la trayectoria compleja del dinero. Mientras tanto, el carácter sensible de los casos judiciales que involucran a funcionarios públicos necesitará considerable determinación y voluntad política”, agregó.

 

Ganancias de la mafia por toxicidad

 

Gran parte de los recientes debates sobre la infiltración del crimen organizado en el mundo de las empresas se enfoca en la fortaleza financiera adquirida por la mafia y otros grupos similares desde la crisis financiera de 2008. La liquidez acumulada por  la mafia y su disponibilidad tanto de compañías como individuos con bajos niveles de efectivo  es un problema importante.

 

“No deberíamos perder de vista cómo se genera esta liquidez y qué otras implicaciones podría tener este proceso de generación de ganancias para el mundo de las empresas, incluyendo el impacto en la cadena de abastecimiento”, dice Marianna Vintiadis, directora general de Kroll para Italia y Grecia.

 

Cada año se publica un informe  sobre los delitos que afectan al medioambiente  en diversas áreas, tales como la construcción,  residuos, incendios y delitos arqueológicos.

 

Según el informe de Ecomafia de 2013, los  ingresos por delitos relacionados con el  medioambiente alcanzaron los 16 mil 700 millones  de euros y el número de administraciones locales  de Italia disueltas por decreto presidencial debido a la infiltración de la mafia se elevaron de 6 a 25.

 

“Estos delitos no afectan solamente a Italia. El  vertido de desechos tóxicos en Somalía por parte  de pandillas italianas del crimen organizado tuvo  un impacto en la población local, tropas  internacionales y varias costas distantes luego  del tsunami de 2004. Además de los obvios y  desastrosos problemas de salud generados por el  desecho, este “negocio” ha sido ampliamente  acusado de estar conectado con la piratería de  los últimos años:  grupos del crimen organizado  venden armas a los señores de la guerra de  Somalía a cambio de su permiso para verter  residuos”, advirtió Vintiadis.