“Sudáfrica perdió a su más grande hijo“, aseguró hoy el presidente sudafricano Jacob Zuma al anunciar al mundo en un mensaje televisado el deceso de Nelson Mandela, quien fue el primer presidente de raza negra de ese país.
“Mandela ha partido, que su alma descanse en paz”, sostuvo con tristeza Zuma, quien aseguró que el icono de la lucha antiracial murió en paz, rodeado de sus hijos y nietos en su domicilio, en la ciudad de Johannesburgo.
El estadista galardonado con el Premio Nobel de la Paz 1993 falleció a los 95 años, tras una prolongada afección pulmonar que lo mantuvo varios meses en el hospital este año antes de regresar a su casa en Johannesburgo, donde continuó bajo intensa atención médica.
“Lo que hizo grande a Nelson Mandela fue precisamente lo que le hizo humano. Vimos en él lo que buscamos en nosotros mismos”, dijo Zuma y añadió “compañeros sudafricanos Nelson Mandela nos unió y es juntos que nosotros le vamos a decir adiós”.
Afirmó que “nuestro querido Madiba tendrá un funeral de Estado” y dijo que ordenó que las banderas nacionales sean izadas a media asta en todo el país a partir de mañana 6 de diciembre en señal de luto y hasta después de la ceremonia.
De acuerdo con diversos reportes de prensa, desde temprana hora este jueves se registró una inusual movilización de numerosos familiares de Mandela en su domicilio, e incluso varios vehículos del gobierno estuvieron en el lugar.
Mandela, símbolo de la lucha contra el régimen segregacional, fue también el primer presidente electo democráticamente de Sudáfrica, cuyo mandato abarcó cinco años, de 1994 a 1999, después de haber pasado 27 años en prisión.
Madiba, nombre como le llaman cariñosamente los sudafricanos, se retiró de la vida pública en 2004.
Este año, permaneció hospitalizado durante tres meses en condición crítica debido a un padecimiento pulmonar recurrente, que se estima comenzó a afectarle desde sus años en la cárcel.