RAMOS ARIZPE. México se ha destacado como sede ensambladora de autos a nivel mundial en las últimas décadas. Y si bien, en dichas fábricas se ven flotillas en que todos parecen idénticos, no es así. Las medidas de seguridad con que cuentan, dependen del destino al que irán.
Los automóviles que se venden en México y Latinoamérica, se elaboran bajo códigos de seguridad “de segunda” que no incluyen frenos antibloqueo, controles de estabilidad o más de dos bolsas de aire en modelos básicos.
Mientras que las unidades que son exportadas a Estados Unidos o Europa cumplen estrictas medidas de seguridad.
En cuestión de pocos años, México se ha convertido en el cuarto mayor exportador de vehículos a pesar de que no hay una marca nacional.
Alejandro Furas, director técnico de Global New Car Assessment Program (NCAP), organización que evalúa la seguridad de los carros reveló que los mexicanos y latinoamericanos “están pagando autos mucho más caros y con mucho menor nivel de seguridad”.
“Hay algo que está funcionando muy mal”, expresó.
Entre las medidas que sí se implementan para los vehículos de exportación al Norte y al Viejo Continente, está tener entre seis y diez bolsas de aire y controles de estabilidad para la unidad en caso de que el asfalto esté resbaloso o tenga imperfecciones.
Lo anterior fue señalado por ingenieros de NCAP, quienes realizan pruebas de choque a las distintas unidades producidas por la industria mexicana e internacional.
Los expertos señalaron que debido a que el precio de ambas unidades es más o menos igual para la ensambladora, tener ese sistema de costos paralelos se traduce en importantes resultados financieros para firmas como General Motors o Nissan.
Pero a la misma vez, genera un alza en la cifra de muertes en carreteras mexicanas, donde están poco regulados los dispositivos de seguridad vial con que deben contar los autos.
En el 2011, casi 5 mil conductores y pasajeros murieron en accidentes viales en México, 58% más respecto al 2001, según la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).
En esa misma década, la cifra de muertes en accidentes viales en EU disminuyó en 40%. La tasa de muertes en México, si se toma en cuenta el tamaño de la flota, triplica (3.5 veces) a la de EU.
Aun así, México no aplica aún medidas de seguridad para los vehículos, más allá del uso general de cinturones de seguridad para su flota vehicular de 22 millones de unidades.
Entre 2001 y 2011, la flota vehicular del país se duplicó, según las cifras nacionales más recientes.
Las leyes ni siquiera obligan a colocar cinturones de seguridad de tres puntas usados para asientos especiales para niños.
El doctor Arturo Cervantes Trejo, director del Consejo de Prevención de Accidentes de la Secretaría de Salud (SSa), señaló que al país le falta mucho para actualizar sus normas de seguridad vial.
Y destacó que enfrentar al sector automotriz nacional, que aporta unos 30 mil millones de dólares a la economía, será difícil.
“Es un tema complejo porque lo que producen de dinero al país hace que la economía los protege mucho, pero hay planes, hay estrategias, hay ya un grupo técnico de trabajo con la industria”, dijo Cervantes.
Las ensambladoras de autos están ubicadas en el centro de México, y producen aproximadamente 3 millones de vehículos al año, aportando grandes recursos a las economías de estados como Aguascalientes y Puebla.
Brasil y Argentina, en tanto, aprobaron leyes que estipulan el uso obligatorio de bolsas de aire paralelas en el asiento delantero y frenos antibloqueo para 2014.
Aunque una investigación de AP halló este año que la industria automotriz de Brasil produce autos para el mercado de AL que carecen de dispositivos básicos de seguridad.