La implementación de un nuevo sistema electoral, denominado Instituto Nacional Electoral (INE), tras la desaparición del IFE, le costaría al erario más de 29 mil millones de pesos anuales por concepto de presupuesto de operación, prerrogativas de partidos, cambios de imagen institucional y liquidación de empleados.
Con las atribuciones concedidas por el Poder Legislativo, el nuevo instituto -del cual falta su aprobación por la mayoría de congresos estatales- tendría que programar recursos para organizar comicios al interior del país, por lo que su presupuesto se triplicaría.
Al sumar los costos de los procesos democráticos en México, el Instituto Nacional Electoral tendría que contar con al menos 29 mil 131 millones 155 mil pesos para su operación en 2014, año en el que se llevarán a cabo elecciones locales en Coahuila y Nayarit.
De acuerdo con el desglose de gastos al presupuesto ya obtenido por el IFE para 2014, siete mil millones 789 mil pesos para gastos de operación y cuatro mil 44 millones 119 mil 335 pesos para prerrogativas de partidos, tendrían que añadírsele los costos de los institutos electorales y fuerzas políticas locales, así como la logística del cambio a INE.
Un diagnóstico elaborado por los organismos electorales locales del país detalla que en 2013 los 31 institutos gastaron cuatro mil 747 millones 35 mil 935 pesos, más dos mil 551 millones de prerrogativas a partidos locales.
Además, a los gastos de operación y prerrogativas de partidos del Instituto Nacional de Elecciones se sumaría, en caso de darse, la liquidación de más de 14 mil trabajadores quienes actualmente laboran en el IFE.
Según un estudio de la Contraloría Interna del Instituto Federal Electoral, un estimado de 10 mil millones serían necesarios, como mínimo, para la liquidación de sus empleados, algunos de los cuales laboran ahí desde su creación, hace 23 años.
Otra de las erogaciones estaría destinada al cambio de imagen institucional desde edificios hasta las credenciales para votar con fotografía para sustituir al IFE por INE. Para ese gasto se estiman más de mil millones de pesos.
Marco Antonio Baños, consejero electoral, señaló en una entrevista previa, que el país no está en condiciones de realizar un gasto excesivo por el sólo cambio de imagen institucional de las más de 80 millones de credenciales del padrón electoral.
En conjunto, de concretarse la reforma político-electoral con su aprobación por al menos 16 congresos locales, la transición de IFE a INE costaría más de 29 mil millones de pesos anuales.
Ante ese escenario, la consejera presidenta provisional, María Marván, alertó que la democracia mexicana pagaría un “precio muy alto” por desaparecer al IFE. A su parecer, los costos de los procesos electorales se incrementarían, lo cual, generaría incertidumbre entre los actores políticos.
“La creación del INE tira por tierra aquella estructura fundacional que tan buenos resultados dio, en su lugar se prevé una doble, triple, quizá cuádruple pista en la que correrán intersecciones organizativas, hasta hoy imprecisas, entre lo local y lo federal, entre lo distrital y lo municipal, entre lo nacional y los usos y costumbres”, dijo la consejera Marván.
Durante la pasada sesión del IFE, María Marván lanzó lo que denominó una “advertencia crítica: a reforma orillará al INE a ofrecer actuaciones permanentemente inciertas y ambiguas. Por primera vez en la historia de la normatividad electoral el verbo dominante es poder constitucional”.
Costos de la transformación
Liquidaciones de empleados 10,000,000,000
Presupuesto IFE-INE 7,789,000,000
Institutos locales 4,747,035,935
Partidos locales 2,551,000,000
Partidos nacionales 4,044,119,335
Cambio de imagen 1,000,000,000
Total: 29,131,155,000 millones de pesos