LAS VEGAS, Nevada. Pienso en los Transformers y pienso en la creación de los humanos. Un joven llamado Skylar Tibbits consiguió fabricar materiales inteligentes, que al aplicarles energía se transforman por sí solos en la figura que les ordenaron armar antes de su creación. Sacude violentamente un frasco de cristal en donde tiene piezas de colores, rojas y negras. De pronto, las rojas se unen en una especie de piedra y las negras hacen su parte. Una especie de muégano rojo y otro negro. Se arman a partir de que las sacuden. Parece magia. Cobran vida. Lo más impresionante es que son materiales inteligentes, creados por el joven a partir de estudios de la biología que indican cómo se forman las moléculas. La pauta que las conecta fue copiada con un microscopio y replicada en pedacitos de materia.

 

“Auto ensamblado es un proceso por el cual partes desordenadas construyen una estructura ordenada a través solamente de interacción local”.

 

Después de dar esa definición, Skylar Tibbits, dice que se necesitan un par de materiales y energía para conseguir replicar ese proceso de la naturaleza.

 

Estoy en la ciudad del pecado. Afuera del hotel Venetian el aire te corta los labios en cuanto recorre tu rostro. El frío es intenso, igual que lo que suelta Tibbits durante las conferencias de Autodesk, que se llevan a cabo en este lugar.

 

Para simplificar, es como si de pronto tomaras un microscopio ultrapoderoso y observaras una molécula. Ya que la viste, copias los elementos que la conforman. Una vez que copias la fórmula, la imprimes en un material y cobra vida.

 

“Lo que es poderoso es que ese código puede comunicarse con la máquina”, dice Tibbits, director del Self-Assembly Lab del Instituto de Tecnología de Massachussetts (MIT, por sus siglas en inglés).

 

“Necesitamos materiales más inteligentes, ahí hay una gran oportunidad para que los materiales colaboren con la gente y las máquinas”.

 

Tibbits explica y ejemplifica cómo la energía puede cambiar la forma de los materiales y cómo cobran vida.

 

El auditorio, con miles de espectadores, está inmovilizado. Casi sin aliento. Estamos presenciando cómo puedes imprimir inteligencia a un pedazo de plástico o lo que sea. Es una cosa que te deja con la piel erizada.

 

“Podemos ir más allá y simular cosas… optimizar cosas. Podemos comunicarnos con las máquinas y por eso podemos hacer cosas físicas que no podíamos hacer antes”.

 

Tibbits nos enseña cómo es posible copiar un código, que parecen matemáticas puras, e imprimirlo en una especie de hule en una impresora 3D. Una vez que cumplió con el proceso, mete el pedazo de ese material en agua y comienza a cobrar vida. El pedacito de hule, que semeja un gusano, se transforma en una figura, en un cubo, o en las letras que indican MIT. Es un movimiento que tarda segundos. Es imprimirle inteligencia a los materiales.

 

Todo esto es parte de Autodesk, de un proyecto casi confidencial que lleva el nombre de Cyborg Project. En términos básicos, es utilizar el software de esta empresa para simular fórmulas de la naturaleza y experimentar con órdenes y figuras en la computadora. Una vez que se ve la reacción natural de estos materiales y números inyectados en un objeto, se evalúa la reacción. Son movimientos básicos, que pero tienen el potencial de transformar nuestro mundo. Están creando materiales inteligentes.

 

“Ahí hay un espacio para diseñar y un boom del diseño está ocurriendo. ADN y materiales biológicos se convierten en blocks de construcción”, dice Tibbits mientras todos observamos sin mover los ojos un segundo lo que está aconteciendo frente a nosotros. Le da inteligencia a los materiales a partir de investigar las fórmulas de la naturaleza. Matemáticas aplicadas a la vida.

 

“Tenemos cosas complejas que vienen juntas en formas complejas. Queremos movernos a otro modelo. Queremos productos más inteligentes que se adapten a nuestro ambiente y comportamiento. Como zapatos para caminar que de pronto se conviertan en zapatos para correr cuando comencemos a correr”.

 

La idea de Skylar Tibbits es possible, y te darás cuenta de ello una vez que entiendas cómo están modificando los materiales y le dan vida a un pedazo de plástico.

 

Es una locura, cuando creía que las máquinas habían llegado a su ocaso, llega Tibbits y sorprende al mundo. Autodesk es pieza fundamental de esta locura que deja tus pesadillas al nivel de mitos y costumbres de tu comunidad.

 

http://www.autodeskresearch.com/projects/4dprinting

http://architecture.mit.edu/faculty/skylar-tibbits