JOHANNESBURGO. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, calificó al expresidente Nelson Mandela como “el último libertador del siglo XX” durante su discurso en el funeral al máximo líder sudafricano.
Agradeció hoy al pueblo de Sudáfrica haber “compartido a Nelson Mandela con nosotros”, en el servicio religioso oficial en memoria del exmandatario fallecido el pasado jueves 5 de diciembre a los 95 años.
“A la gente de Sudáfrica, el mundo les agradece por compartir a Nelson Mandela con nosotros. Su lucha fue nuestra lucha. Su triunfo fue el nuestro”, sentenció.
Muy ovacionado, Obama agregó “Mandela nos enseñó que nada es imposible…hasta que está hecho. (…) Sudáfrica nos enseñó que podemos elegir un mundo donde no haya conflicto, sino justicia y paz”, subrayó.
El presidente de EU criticó que, en contra del legado de Mandela, todavía haya niños sufriendo de hambre, escuelas cerradas, gente perseguida por sus ideas políticas en el mundo. “Cuando la noche es más oscura, pensemos en Madiba”, dijo.
Líderes mundiales agradecieron hoy al pueblo sudafricano el gran ejemplo que dio el expresidente Nelson Mandela como incansable luchador por la libertad, durante el servicio religioso oficiado en su memoria en el estadio de fútbol FNB de Soweto, en Johannesburgo.
Mandela fue “la personalidad más extraordinaria del siglo XX”, dijo la presidenta de Brasil, Dilma Roussef y el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y el jefe de Estado cubano, Raúl Castro, le consideraron uno de los grandes ejemplos de la historia.
A pesar de la intensa lluvia que cayó sobre Johannesburgo, decenas de miles de sudafricanos acudieron hoy al estadio para despedir a Madiba, como se conoce a Mandela en su país, en un evento en el que junto a las alocuciones no faltaron los bailes y las canciones para recordar su extraordinaria personalidad.
El espíritu conciliador de Mandela pareció estar presente cuando Obama, al dirigirse al estrado, le estrechó la mano al presidente de Cuba, Raúl Castro, en un gesto sin precedentes entre los líderes de dos naciones en conflicto desde hace décadas.
La ceremonia comenzó con el himno nacional sudafricano a las 11:58 hora local (03:58 hora de México), con una hora de retraso debido al gran número de mandatarios que han querido despedirse de Mandela.
Tras un oficio interreligioso, con representantes judíos, hindú, musulmán y cristiano, como Mandela quiso, llegaron las alocuciones de uno de sus excompañeros en la cárcel de Robber Island y de varios de sus nietos.
Madiba. Una de las enseñanzas de la historia
Después, Ban Ki-moon tomó la palabra para destacar que Mandela “fue más que un gran líder de su país, fue una de las grandes enseñanzas de la Historia, alguien que predicó con su ejemplo”
El secretario general de la ONU destacó la capacidad de perdonar de Mandela: “Era enemigo de la injusticia, no de las personas. Odiaba el odio, no a la gente”.
Rousseff, por su parte, destacó que Mandela, “la personalidad más extraordinaria del siglo XX”, fue quien “inspiró la lucha civil en Brasil y América del Sur”.
“La lucha de Mandela -remarcó- fue un modelo no sólo para este continente, sino para otros. Madiba es un ejemplo y una referencia para todos nosotros”, dijo.
Su vida “trascendió las fronteras nacionales e inspiró a muchos para luchar por la independencia y la justicia social”, agregó Rousseff, que manifestó que su país lleva “con orgullo sangre africana” en sus venas.
Castro, por su parte, destacó que Mandela es “un ejemplo insuperable para América Latina y el Caribe” y aseguró que Cuba, que fue uno de los países más críticos con el “apartheid” contra el que batalló Madiba, tuvo el honor de luchar junto a las naciones africanas.
“Recuerdo su entrañable amistad con Fidel”, dijo Castro, en referencia a la relación entre su hermano y Mandela.
Sus mujeres siguen el legado
Uno de los momentos más emotivos previos a la ceremonia, fue cuando Winnie Mandela, la segunda mujer del expresidente sudafricano, y su viuda, Graça Machel, se fundieron en un afectuoso abrazo y se besaron ante los miles de sudafricanos presentes, que celebraron el gesto.
Cerca de un centenar de jefes de Estado y de gobierno asistieron a la ceremonia, junto a las miles de personas presentes en el estadio, uno de los diez más grandes del planeta.
Mandela falleció el pasado jueves a sus 95 años en su domicilio de Johannesburgo, tras una larga convalecencia por problemas respiratorios.