El ISSSTE cerrará 30 de las 300 tiendas de SUPERISSSTE que existen en todo el país en los próximos meses y reorganizará el resto, como parte de la reingeniería que realiza la institución para mejorar esta prestación, anunció el director del instituto, Sebastián Lerdo de Tejada.
En conferencia de prensa, el funcionario detalló que las tiendas con menor demanda dejarán de prestar sus servicios, pero los trabajadores que laboran en ellas serán reubicados en otras áreas administrativas del instituto, donde hacen falta empleados.
Añadió que es necesario reforzar el sistema financiero de las tiendas, aunque declinó dar cifras sobre el estado actual de las tiendas.
El último reporte de las finanzas de los supermercados, publicado en noviembre del año pasado en el portal de SUPERISSSSTE, señala que el déficit hasta esa fecha era de mil 215 millones de pesos. En el documento, el ISSSTE reconoce también que las ventas por empleado fueron menores a 700 mil pesos, lo que arrojo resultados negativos en los ingresos de las tiendas y no se alcanzaban a cubrir todos los gastos.
No obstante, los supermercados aumentaron el número de productos para su venta y consiguieron precios más económicos con los proveedores que permitió dar precios más bajos a los consumidores.
“Éste es un servicio social no es un negocio, pero tiene que ser financieramente viable”, apuntó Lerdo de Tejada, por lo que insistió que la reingeniería de las tiendas servirá para retomar la vocación de abasto y precios bajos que siempre han ofrecido al público en general.