ATENAS. Grecia llevó hoy a cabo el primer lanzamiento de prueba de misiles antiaéreos rusos S-300, instalados en la base Akrotiri de la isla de Creta tras su adquisición a Chipre, su comprador original, al que nunca llegaron por presiones turcas.
En torno al mediodía, uno de los misiles fue disparado contra un avión no tripulado situado a una distancia de 30 kilómetros, que resultó derribado.
El ministro griego de Defensa, Dimitris Avramópulos, calificó el lanzamiento de “éxito total” en una ceremonia en la que estuvo presente su homólogo chipriota, Fotis Fotiu, la cúpula de las Fuerzas Armadas de Grecia y agregados militares de varias embajadas.
“Con un retraso de catorce años, tuvo lugar el primer lanzamiento experimental de uno de los sistemas de defensa antiaérea más modernos y que permite una eficaz defensa aérea del país”, afirmó Avramópulos.
La historia de las seis baterías de misiles S-300 que posee Grecia es, de hecho, polémica pues fueron adquiridos a principios de 1997 por Chipre a Rusia.
Cuando el asunto fue descubierto, Turquía amenazó con bombardear el cargamento antes de que llegase a Chipre pues consideraba que el rango de alcance de los misiles era una amenaza directa a su territorio.
Las comunidades griega y turca de Chipre permanecen divididas desde que en 1974 el Ejército de Turquía invadió el tercio norte de la isla, en respuesta a un golpe de Estado promovido por Grecia.
Cuando el Gobierno grecochipriota adquirió los misiles, las relaciones entre Turquía y Grecia pasaban por uno de sus peores momentos: en 1996 estuvieron a punto de ir a la guerra por la disputa en torno a un islote deshabitado en el Mar Egeo.
Ante el temor de que la crisis de los misiles chipriotas desembocase en una guerra regional, Chipre decidió enviar su sistema defensivo a Grecia, donde fue instalado en Creta en 1999.
En 2007, Chipre renunció a sus misiles y se los vendió a Grecia.
“Todo esto fue conseguido gracias a los sacrificios del pueblo heleno, aunque debo mencionar en este caso la contribución de nuestros hermanos chipriotas”, recordó hoy Avramópulos, para añadir que los misiles están “en buen estado” a pesar del tiempo transcurrido, y “en buenas manos”.
El ministro defendió el sistema S-300 como necesario para que “el pueblo heleno se sienta seguro” en una región llena “de incertidumbre e inseguridad”.
Grecia “es un factor de paz y de estabilidad en la región. Parece paradójico, pero lo que vivimos hoy, con el lanzamiento exitoso de un misil S-300, es un mensaje en favor de la paz y la estabilidad en el sureste europeo, en lo Balcanes y en Oriente Próximo”, afirmó.
El lanzamiento coincidió con la visita del ministro de Asuntos Exteriores de Turquía, Ahmet Davutoglu, que hoy se reunió en Atenas con el primer ministro griego, Andonis Samarás, y el jefe de la diplomacia, Evangelos Venizelos, para tratar cuestiones bilaterales y la cuestión de Chipre.
Venizelos y Davutoglu prometieron impulsar las negociaciones de reunificación de Chipre y el ministro turco observó que se ha “perdido mucho tiempo desde 2004”, fecha en la que el plan reunificador promovido por la ONU fue rechazado en referéndum por los grecochipriotas.