Reguladores antimonopolio de la Unión Europea abrirán la próxima semana una investigación sobre la oferta de Telefónica de adquirir la unidad alemana de KPN por 8 mil 600 millones de euros, dijeron este jueves tres personas familiarizadas con el tema.
La Comisión Europea rechazará la operación para asumir la investigación de un negocio que, de concretarse, reducirá de cuatro a tres el número de proveedoras de telefonía móvil en el mayor mercado de Europa, agregaron las fuentes.
Telefónica anunció en julio su propuesta, que pondrá a la compañía al nivel de los líderes del mercado Deutsche Telekom y Vodafone.
El caso puede transformarse en un parteaguas para la industria de telecomunicaciones europea, que necesita de una consolidación pero teme que los reguladores impongan onerosas concesiones para garantizar un terreno de juego nivelado entre un número menor de competidores.
“La Comisión debe abrir una investigación a profundidad sobre el caso el viernes próximo”, dijo una de las fuentes, que pidió no ser identificada debido a la sensibilidad del tema.
Las investigaciones de este tipo suelen requerir 90 días laborales, pero pueden extenderse unas semanas más.
Los reguladores de competencia de la UE habían dado plazo hasta el 6 de diciembre para concluir una revisión preliminar sobre la venta, pero fue extendido hasta el 20 de diciembre para que el Bundeskartellamt (el regulador alemán de la competencia) se encargue del caso.
El inicio de una investigación detallada por parte de la UE significa automáticamente que la transacción será rechazada hasta los primeros resultados de la investigación.
Esto permitiría a las compañías responder mejor de las preocupaciones de los reguladores con concesiones específicas.
Eso fue al menos lo que sugirió el presidente ejecutivo de KPN, Eelco Blok, cuando dijo a inicios de octubre que esperaba que la autoridad de competencia aceptara la propuesta a mediados de 2014. La Comisión, E-Plus, que es el brazo alemán de KPN y Telefónica, declinaron comentar sobre el asunto.
Un portavoz del regulador antimonopolio alemán tampoco quiso hablar.