Santo Domingo. El cantante español Diego el Cigala cree que es “innegable” que en España hay muchas dificultades y ahora mismo los músicos “no pueden tocar” allí y opina que es un país donde “los grandes en el poder siguen a la suya, y el pueblo pasa fatiga”.

 

En una entrevista, y a cuatro días de ofrecer su primer concierto sobre suelo dominicano tras adquirir la nacionalidad del país, en el Gran Teatro del Cibao (norte) el próximo 19 de diciembre, El Cigala se muestra convencido de que “no puede haber pobres, muy pobres, o ricos, muy ricos. No puede ser que la clase media deje de existir”.

 

En este sentido, muestra su preocupación porque la crisis por la que pasa España se solvente de alguna manera: “No sé el tiempo que va a tardar ni cómo, pero sí me gustaría que volvieran las aguas a su cauce o a este paso los grandes músicos, literatos o cineastas acabarán todos buscando otro rumbo”.

 

El cantante español ofrecerá sus primeros dos conciertos como dominicano el día 19 y el 20 en el Teatro Nacional de Santo Domingo (sur del país).

 

En su conversación con Efe, recalca que su decisión de residir de forma permanente en la ciudad de La Romana (este) se debe a la necesidad de vivir cerca de Latinoamérica, donde ya antes viajaba con frecuencia.

 

No obstante, el artista asegura que su decisión final de afincarse en la República Dominicana y convertirse en ciudadano dominicano también se vio motivada por sus continuos viajes a Latinoamérica.

 

“Necesitaba un punto estratégico para estar cerca y el punto ha sido Dominicana porque me encanta su gente, su pueblo y todo lo de aquí”, sostuvo.

 

Confiesa que sus hijos están felices y que para él la estabilidad y la tranquilidad de los hijos es primordial.

 

Reconoce que ha encontrado amigos aquí “que han comprendido lo que es Diego el Cigala y que eso para él “es muy importante”, aunque admite que echa de menos a sus “compadres, amigos, las noches flamencas por allí de juntarte cuatro, la tasquita, la guitarra, cantar por fandango, taranto y bulería”.

 

El Cigala revela que sus apoderados, los Hermanos Losada (tres guitarristas), fueron los que le pusieron su apodo, ya que se “movía más que los precios, era muy inquieto”.

 

Empezó desde “chico” y cuenta que su madre, su padre y todos sus tíos cantaban. Por el patio de la casa familiar pasaron Camaron de la Isla -“con quien me hubiera gustado grabar”-, Manolete, El Güito, Mario Maya, todos los grandes.

 

Para El Cigala, el flamenco es un estado de ánimo en el que tanto en la tristeza como en la alegría llegas a buen puerto.

 

En el escenario, el cantante reconoce volverse egoísta.

 

“Es donde yo me desfogo y echo candela, toda la carne en el asador, mis pensamientos, mis fatigas, mis tristezas, alegrías, pero son dos horas donde no puede entrar nadie, ahí sí me vuelvo egoísta”, explica.

 

Tras explicar que siente una enorme pasión por la música, tanto que le gustaría llegar a un escenario con 90 años, confiesa no tener manías y admite ser “muy cabezón”.

 

Declara que su inspiración son sus hijos y su esposa, Amparo, su compañera sentimental desde hace 23 años.

 

Tampoco duda en asegurar que lo más bonito que le ha pasado en su vida musical es conocer a Bebo Valdés: “Conocí a mi héroe, a través de su piano trascendí muchísimo más en el flamenco”.

 

Grabar con el cantautor dominicano Cheo Zorrilla podría ser uno de sus próximos goles, “si Dios quiere”, después de haber quedado “fascinado” por cómo compone y cómo canta.

 

En este sentido, revela que si “está de Dios” grabará una bachata con Zorrilla, aunque con el merengue “no se ve” y “lo dejaría para los grandes” que saben moverse en ese ámbito.

 

Expresa también que sería un honor hacer un dúo con Juan Luis Guerra porque “es un pedazo de artista como la copa de un pino, aunque como se dice en el mundo del toreo, vísteme despacio que tengo prisa”.

 

Por último, revela que será la primera Navidad que pasará fuera de España y la celebrará en República Dominicana: “Pienso comer y beber muchísimo”.