AUSTIN, Texas. Cientos de personas levantaban sus celulares para tratar de guardar un poco de historia y suerte, apuntaban hacia el Tesla que manejaba una sonriente modelo. El auto recorrió unos metros entre la entrada y el escenario principal del Dell World 2013, detrás de un cordón de seguridad que le impedía a la masa de nerds echarse encima de su ídolo. Parecía que Juan Manuel Márquez salía de vestidores hacia el ring en el MGM de Las Vegas. La entrada triunfal de un campeón ante sus paisanos. Del vehículo salió Elon Musk arrancando gritos, suspiros y aplausos.

 

Igual que esos boxeadores que han dejado atrás lo mejor de su carrera, Musk habla como tartamudeando, le cuesta trabajo expresar sus ideas. Es parco, un sí, un no. Una sonrisa. Una respuesta sin adornos. Cuando un boxeador habla así, como titubeando, delata que está “tocado”, que los golpes sacudieron su cerebro para dejarlo mal acomodado. Parece que el cerebro de Musk tampoco está ajustado a los estándares de la masa.

 

Elon Musk es la portada de Fortune, es The 2013 busines person of the year de la revista. Chris Anderson, el curador de TED, dice que cuando los historiadores del futuro hablen del progreso humano durante el siglo XXI, dirán que uno de los momentos clave sucedió hace un año en el cuarto de Musk. Cuenta que sus momentos ¡eureka! se dan cada tantos meses, a veces cuando se está dando un regaderazo en la mañana, a veces antes de irse a dormir, a veces, como en esa ocasión, caminando a las dos de la mañana.

 

Chris Anderson dice que fue el momento en que entendió cómo generar energía en Marte para hacer despegar una nave espacial, es decir, llegar al Planeta Rojo con una carga de combustible y recargar allá, para regresar a la Tierra.

 

Elon Musk cree que en las próximas décadas los humanos colonizarán Marte, él está pensando en morir allá, tratando de construir el segundo hogar de la humanidad.

 

Se traba al hablar y tiene estas ideas. Cualquiera diría que está bien loco o que le pegaron en la cabeza muchas veces. Sin embargo, Elon ha probado estar más cuerdo que nunca.

 

Hace muchos años, creó una compañía de software que le compró Compaq y luego creó PayPal, empresa que vendió por mil 500 millones de dólares tres años después de fundarla, recuerda Anderson.

 

Luego fundó SpaceX, sí, la primera empresa privada que explora el espacio. Decenas de veces fracasó en su intento por llevar su nave al espacio. No es para menos, consiguió desarrollar vehículos espaciales que salen de la Tierra y pueden regresar. Es decir, no son naves desechables, van y vuelven. Como las de Star Wars. Y la prueba de que el negocio avanza es que la NASA renta sus servicios para misiones, por ejemplo, llevar carga a la Estación Espacial Internacional.

 

Por eso no es descabellada su misión a Marte. Y menos tomando en cuenta que el auto en el que llegó al escenario del Dell World, es también de su creación y es la prueba de que los autos verdes pueden ser atractivos para las masas.

 

Hoy en día sólo los millonarios pueden comprarlos, pero eso es el inicio. El egresado de la Universidad de Pennsylvania (física y negocios) creó su empresa Tesla como un proyecto para masificar los autos eléctricos. Su idea fue comenzar con el Model S, un vehículo deportivo para los que pueden pagar lo más sofisticado del diseño automotriz y la tecnología que no utiliza gasolina. Planea después poner a la venta un auto para la familia y luego uno para las masas, de bajo precio.

 

Como recuerda Anderson en su artículo de Fortune, la industria automotriz se reía de él. Hoy le tienen miedo y quieren saber si los puede ayudar a sobrevivir al cambio que está detonando.

 

Elon Musk es el CEO de Space Exploration Technologies y de Tesla Motors, y presidente y accionista mayoritario de SolarCity. Bloomberg dice que tiene una fortuna de siete mil 700 millones de dólares y sí, es el ídolo de las masas educadas de Estados Unidos.

 

“Si puedes juntar un equipo de gente realmente talentosa y los reúnes alrededor de un reto, y tienes su palabra de que utilizarán en ello sus mejores habilidades, entonces la compañía logrará grandes cosas”.

 

Ésa es la explicación que dio Elon sobre su éxito durante la conferencia en el Dell World.

 

“Creo que la gente se autolimita”, dijo cuando le preguntaron por qué no todos logran lo que él. “La gente debe intentarlo”.

 

Alocarse, aunque sea un poco.