La Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) aprobó reformas al Código Penal del Distrito Federal que modifican el delito de robo simple, para que quienes cometan por primera vez ese delito de baja cuantía sean sancionados con penas sustitutivas en lugar de reclusión.

 

En entrevista, la legisladora panista Olivia Garza de los Santos sostuvo que la modificación pretende combatir el hacinamiento que existe en las cárceles de la ciudad, y promover que se puedan sancionar fuera de reclusión los delitos de robo de baja cuantía.

 

Ello, cuando se trate de primodelincuentes o personas que por primera vez cometen un delito, en este caso el de robo simple, y con lo que se incrementaría el uso de penas sustitutivas de la privación de la libertad, como el trabajo en favor de la comunidad, añadió.

 

La presidenta de la Comisión Especial de Reclusorios de la ALDF afirmó que en las cárceles del Distrito Federal hay al menos seis mil internos que esperan una condena por robo simple por un monto menor a mil pesos.

 

Además, casi 80 por ciento de los internos en los reclusorios de la ciudad de México, ya sean procesados o sentenciados, están ahí por el delito de robo en cualquiera de sus modalidades o agravantes, subrayó.

 

Garza de los Santos aseguró que seis de cada 10 internos en el sistema penitenciario capitalino, de unos 24 mil, cumplen una pena por robo a transeúnte, vehículo, a casa habitación y a negocio, y la mayoría tienen pendientes condenas por robos simples.

 

Detalló que del total, seis mil reos -25 por ciento- están recluidos por robos de seis mil pesos, y mil 200 -cinco por ciento- por robos mayores a 75 mil pesos.

 

Los robos menores se han seguido cometiendo y por ello se duplicó la población en los reclusorios, que de 2000 a 2010 pasó de 20 mil 714 a 40 mil 290 reos, superando los 42 mil internos al mes de diciembre de 2012, subrayó la diputada local panista.

 

Ante ello, sostuvo que la modificación al Código Penal es una oportunidad para evitar “que personas por cuestiones de necesidad se vieron orilladas a cometer un robo no toquen la cárcel, y coadyuvar que se despresurice el sistema penitenciario” del Distrito Federal.

 

Además, se coadyuva a logar la reinserción social del primodelincuente, que a la larga resultará menos costoso para el sistema penitenciario y para la sociedad, insistió.