LONDRES. La Policía Metropolitana de Londres (Met) dio hoy carpetazo a las últimas sospechas sobre la muerte de Diana de Gales y Dodi Al Fayed, al descartar una implicación militar en el accidente sufrido por la pareja el 31 de agosto de 1997 en París.

 

Después de esa muerte, las teorías de la conspiración empezaron a circular por los medios británicos, alimentadas por las denuncias del egipcio Mohamed Al Fayed, padre de Dodi, de que la pareja fue asesinada por los servicios secretos británicos.

 

Aunque una investigación policial y otra judicial rechazaron hace unos años que la pareja fuese asesinada, la Met se vio obligada a considerar el pasado agosto nueva información recibida sobre el accidente, ocurrido en un puente parisino y en el que también perdió la vida el conductor del Mercedes, Henri Paul.

 

En un comunicado, Scotland Yard dejó claro hoy que no hay “pruebas creíbles” sobre la implicación militar, en concreto de las fuerzas especiales de elite del Ejército SAS, por lo que descartó iniciar una investigación criminal del caso.

 

Si bien no aportó detalles sobre el origen de la información recibida ni su contenido, la Policía hizo referencia a las SAS a raíz de la publicación de esa teoría en la prensa británica.

 

Según la Met, sus agentes evaluaron los datos a fin de establecer su “relevancia y credibilidad”, pero concluyeron que no hay argumentos válidos que justifiquen una nueva pesquisa.

 

“Cada línea de investigación razonable fue seguida de manera objetiva a fin de evaluar plenamente cualquier posible evidencia”, reza el comunicado divulgado por las fuerzas policiales.

 

De acuerdo con los medios británicos, la nueva información en poder de la Met habría sido facilitada por los exsuegros de un antiguo soldado a la Real Policía Militar, que, a su vez, la remitió a Scotland Yard para su análisis.

 

Las SAS son las fuerzas de elite más prestigiosas del Ejército británico, conocidas por haber tomado parte en operaciones de avanzadilla en conflictos armados en el exterior.

 

También son famosas por el rescate de los 26 rehenes secuestrados en la embajada iraní en Londres en 1980, en una operación que se denominó Nimrod y que duró apenas 15 minutos.

 

Tras el anuncio de hoy de la Met, el abogado de Mohamed Al Fayed, Simon McKay, admitió que el empresario está “decepcionado”, pero insistió en que luchará para “establecer la verdad de que fueron asesinados”.

 

“Al Fayed continuará su lucha para revelar la verdad sobre la tragedia de París, que se cobró la vida de su hijo mayor y también de la princesa Diana”, agregó McKay.

 

Las presiones del empresario egipcio, que fue dueño de los grandes almacenes Harrods, llevaron a la apertura de sendas pesquisas cuyo coste ascendió a varios millones de libras.

 

Según Al Fayed, la pareja fue asesinada porque la familia real no aceptaba la relación de Diana con un musulmán.

 

La Operación Paget, a cargo de la Met, investigó la muerte de Diana de Gales y Dodi Al Fayed y concluyó en 2006 que fue un trágico accidente, mientras que una investigación judicial también descartó en abril de 2008 la teoría del asesinato.

 

Las conclusiones de los investigadores británicos fueron las mismas que las de los franceses, que afirmaron que el accidente ocurrió por el alto nivel de embriaguez del conductor mientras trataba de huir de la persecución de los “paparazzi”.

 

Los hijos de Diana, los príncipes Guillermo y Enrique, aceptaron las conclusiones de la investigación judicial celebrada en el Tribunal Superior de Londres y pidieron dar por cerrado el caso.

 

La muerte de Diana ocurrió después de que la prensa publicase durante semanas numerosos artículos y fotos de la princesa mientras pasaba sus vacaciones con su novio en Francia.