JWT, la celebrada agencia de publicidad, acaba de publicar el reporte “10 tendencias para el 2014”. El estudio, como es tradicional con las prospectivas anuales de JWT, no tiene desperdicio. Va un resumen de sus puntos más interesantes:

 

1 Experiencias “inmersivas”. El entretenimiento, las narrativas y las experiencias de marca se tornarán más envolventes con el fin de capturar la atención del consumidor. Como Steven Spielberg anticipó hace unos meses, nunca vamos a ser totalmente inmersivos si miramos un recuadro, sea una pantalla de cine o una computadora. Debemos colocar al individuo dentro de la experiencia. Ese es el futuro. Ejemplos: el éxito de Gravedad, de Alfonso Cuarón (una cinta que se disfruta más en las primeras filas y en 3D, donde se pierde la idea del encuadre) y las campañas online donde el consumidor controla el punto de vista de lo que ve (el “performance” de Beck de Sound and Vision, el clásico de David Bowie, para Lincoln, la marca de coches).

 

2 Lenguaje visual. El consumidor castiga cada vez más las palabras. Las marcas deberán usar imágenes y signos. Ejemplo: el nuevo diseño de Twitter desdeña los mensajes sin imágenes, al punto en que pasan casi desapercibidos en varios TL’s.

 

3 La era de la impaciencia. Conforme la exigencia de tiempo real avanza en todos los frentes, la cultura de la impaciencia se consolida en el consumidor a extremos delirantes.

 

4 La tecnología móvil equivale a oportunidad. En los mercados emergentes, el dispositivo móvil comienza a representar una puerta de entrada a la oportunidad, sobre todo para los sectores más desprotegidos (conocidos también como “la base de la pirámide”). Al ser el primer contacto que tienen con el mundo online, la tecnología móvil se traduce en acceso a los sistemas financieros, diversos servicios y nuevas herramientas de negocio.

 

5 Tecnología telepática. Gracias al surgimiento de interfaces que conectan al cerebro con computadoras, las marcas entienden cada vez más cómo opera la mente del consumidor. Los avances rebasan el mero neuromarketing. Ejemplo: Samsung prueba actualmente una “app” que permite controlar una “tablet” con actividad cerebral.

 

6 El fin del anonimato. Pese a una entendible resistencia inicial, el consumidor reconocerá que es prácticamente imposible permanecer anónimo en esta época, y comenzará a aceptar la pérdida de privacidad a cambio de mayor confort y practicidad.

 

 

7 Furia contra la máquina. Como un efecto colateral del “fin del anonimato”, surgirán grupos de consumidores radicales que propongan el regreso a una realidad menos tecnificada y más sencilla. Algunas marcas podrían sacar provecho de esto y proponer al “elemento humano” como un diferenciador estratégico ante el consumidor.

 

 

8 Tradiciones “remixeadas”. La gente mezcla tradiciones con nuevas ideas para crear códigos propios sobre lo que consideran correcto y decente. Las bodas gay, la permisividad ante algunas drogas y el surgimiento de ambientes más liberales crean nuevos mercados. La tecnología también. Ejemplo: algunas funerarias ya ofrecen streaming a familiares y amigos que no puedan atender a los servicios fúnebres de sus seres queridos.

 

 

9 Orgullosamente imperfecto. Conforme el mundo se vuelve más fragmentado, la imperfección y la fealdad son vistas por algunas tribus globales como una celebración de lo humano. Ejemplo: la TV se ha alejado del estereotipo del héroe para presentar personas fallidas y no “agraciadas” físicamente.

 

 

10 Vida con conciencia. Los consumidores están desarrollando un deseo casi “zen” de experimentar todo de una manera más presente y consciente. Cada vez hay más personas atraídas a la idea de dejar atrás las distracciones y enfocarse en el momento. Es casi un regreso al “new age”.

 

mauricio@altaempresa.com