BERLÍN. Tras 10 años encarcelado en una prisión de Rusia por cargos que para muchos en Occidente se consideraban falsos, el magnate ruso Mijaíl Jodorkovsky salió de la penitenciaría y viajó inmediatamente a Alemania.
El presidente ruso Vladimir Putin perdonó a su viejo rival la mañana del viernes y el servicio federal de prisiones dijo que Jodorkovsky dejó rápidamente la prisión IK-7, localizada en la remota región de Segezha y solicitó le permitiera salir del país para reunirse en Alemania con su madre, quien recibe tratamiento médico.
Así el ministerio de Exteriores alemán confirmó que Jodorkovsky llegó por la tarde del viernes al aeropuerto de Berlín.
En un comunicado, publicado en el cibersitio de sus abogados y simpatizantes, el empresario dijo que su solicitud de perdón, presentada el 12 de noviembre, no era una admisión de culpa. “Espero con ansia el momento de abrazar a mis cercanos y estrechar la mano de mis amigos y colegas”, señaló en el comunicado.
También agradeció al ministro de Exteriores alemán, Hans-Dietrich Genscher, quien lo recibió en Berlín, por su participación para “decidir mi destino”.
La compañía alemana de energía OBO Bettermann puso un avión a disposición de Jodorkovsky a petición de Genscher.
De oligarca a disidente
Durante el tiempo que pasó en prisión por cargos de evasión de impuestos y malversación, el empresario de 50 años pasó de ser visto como un oligarca poderoso y arrogante, a un disidente respetado.
El antiguo empresario petrolero se convirtió en un pensador político y editorialista que pedía justicia social y culpaba del estancamiento económico de Rusia a su rival Putin. No está claro si Jodorkovsky seguirá en la oposición al Kremlin o si regresará a Rusia.
La liberación de Jodorkovsky a menos de 24 horas de que Putin anunciara su indulto pareció tomar por sorpresa tanto el público como a los abogados del magnate. Su liberación estuvo envuelta en el misterio. Horas antes de que se le dejara en libertad, sus defensores y su familia decían que no tenían idea de cuándo saldría.
Putin habló inicialmente del perdón en una conferencia de prensa el jueves, en la que dijo que el magnate lo había solicitado porque la salud de su madre se estaba deteriorando.
El Kremlin publicó un decreto el viernes por la mañana diciendo que Putin se guió “por principios de humanidad” cuando decidió perdonar a Jodorovsky. La medida, junto con una amnistía para dos integrantes encarceladas del grupo punk Pussy Riot y los 30 tripulantes de un buque de protesta de Greenpeace, parece tener el objetivo de aliviar las críticas internacionales al historial ruso de derechos humanos antes de las Olimpiadas de Invierno en Sochi.
Jodorkovsky era el hombre más acaudalado de Rusia y director ejecutivo de la mayor compañía petrolera del país cuando fue arrestado en el 2003 en la pista de un aeropuerto siberiano y acusado de evasión fiscal.
Castigo nublado por desafiar a Putin
Críticos han rechazado los cargos como una vendetta del Kremlin por desafiar el poder de Putin. Durante el primer término de Putin como presidente, el magnate petrolero enfureció al Kremlin al financiar a partidos políticos opositores y se consideraba además que tenía ambiciones políticas personales.
Sus acciones desafiaron un acuerdo implícito entre Putin y un pequeño círculo de multimillonarios, conocidos como los “oligarcas”, bajo el cual el gobierno se abstuvo de examinar los acuerdos de privatización que hicieron a ese grupo enormemente rico.
La compañía petrolera de Jodorkovsky, Yukos, quedó aplastada bajo el peso de 28 mil de dólares en impuestos. Yukos fue vendida. La mayoría fue a parar a la compañía petrolera estatal Rosneft, lo que permitió al Kremlin retomar control del sector, además de enmudecer una voz inconveniente.
La fortuna neta de Jodorkovsky en la actualidad es desconocida, aunque casi seguramente es apenas una mínima fracción de lo que era.