YUBA. Los enfrentamientos entre los seguidores del presidente de Sudán del Sur, Salva Kiir, , y del ex vicepresidente Riek Machar, que desencadenaron l domingo en la capital, Yuba, y que provocó en los dos primeros días entre 400 y 500 muertos y 800 heridos, se extendió a la distintas ciudades del país. El ejército que lidera el actual gobierno anunció haber perdido el control de la ciudad de Bor, al sureste del país, mientras en base de Naciones Unidas donde se refugiaban civiles se registraron víctimas tras un ataque.

 

Los insurgentes continúan los combates contra las fuerzas gubernamentales el estado de Jonglei, Ecuatoria Oriental y Unidad, en el este y norte del país, luego de un presunto intento de golpe fallido contra Salva Kiir, lo que acrecienta el temor de una guerra civil.

 

El gobierno cifra en 500 los muertos de estos días y en 100 mil las personas que han huido o se han refugiado en iglesias. Más de 20 mil de ellas están en la base de Naciones Unidas. Mientras tanto, la gran mayoría de ciudadanos extranjeros se protegen en el aeropuerto.

 

El presidente Kiir afirmó que los derramamientos de sangre se debían a un intento de golpe de su rival Machar, pero afirmó que estaba dispuesto a “sentarse” con él para tratar de resolver la crisis.

 

No obstante, Machar exhortó al Ejército a derrocar al jefe de Estado, afirmando que solo quiere negociar las condiciones de su partida. En declaraciones a Radio Francia Internacional (RFI) Machar llamó “al Movimiento Popular de Liberación de Sudán (partido en el poder) y a su rama armada el Ejército Popular de Liberación de Sudán (fuerzas armadas del país) a derrocar a Salva Kiir de su cargo”.

 

Ataques a petroleras

 

Ayer, un funcionario de un consorcio petrolero chino, dijo que, al menos cinco trabajadores sursudaneses fueron asesinados en un ataque perpetrado por hombres armados.

 

“Un grupo de hombres armados vinieron al complejo y mataron a empleados” al final de la jornada, dijo el funcionario del Greater Nile Petroleum Operating Company (GNPOC), quien no quiso dar su nombre.

 

Por otra parte, al menos 16 personas fallecieron en choques entre trabajadores de las tribus rivales Dinka y Lou Nuer cerca de un campo petrolífero en Sudán del Sur, informó este jueves la empresa nacional de petróleo china, China National Petroleum Corporation (CNPC).

 

Un portavoz de la compañía, citado explicó que los empleados trabajaban en ese campo, ubicado en el estado septentrional de Unidad, junto a la frontera con Sudán y que es rico en petróleo.

 

Atacan sede de la ONU

 

Un grupo de atacantes ingresó a una base de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) donde se refugiaban civiles. El portavoz adjunto de la ONU, Farhan Haq, informó que jóvenes de la etnia Lou Nuer ingresaron a la base en Akobo, en el Estado de Jonglei (este).

 

“Hubo un enfrentamiento”, señaló. “Se registraron muertes pero no podemos confirmar quiénes ni cuántos”.

 

Mientras, la agencia de noticias Rusia Today (RT) confirmó que hay víctimas mortales entre las fuerzas de paz, aunque no se facilitaron más detalles porque tras el ataque la ONU perdió el contacto con la base en Akobo.

 

Este ataque fue el último suceso del que se tiene noticia cuando Haq evocó también reportes no confirmados de varios estudiantes asesinados este miércoles por fuerzas de seguridad en la universidad Juba, en la capital del país.

 

Occidente evacua a sus ciudadanos

 

La evacuación de personal de embajadas occidentales y de ciudadanos extranjeros es generalizada El gobierno de Holanda prepara la evacuación de sus ciudadanos, mientras que Reino Unido envió un avión para sacar a sus súbditos. También el Ministerio alemán del Exterior anunció que enviará aviones militares a ese país para evacuar a sus compatriotas residentes por la escalada de violencia.

 

El secretario de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, ha pedido que se inicie el diálogo entre ambas partes para terminar con la crisis. Lo contrario sería volver a la guerra civil, algo inasumible para una población desgastada por décadas de hambre y conflicto.

 

Lo más curioso es que, a pesar de que el país se desangre, será el que más crezca. en 2014 según todos los indicadores, ya que verá incrementado su PIB en más de un 30% por el control de las zonas petrolíferas, antes en manos de su vecino del norte.

 

La producción petrolera supone un 95% de la economía de Sudán del Sur, y todo ataque dirigido a instalaciones clave alimenta los temores sobre la estabilidad de esta industria vital.