YUBA. El gobierno de Sudán del Sur acepta negociar con los rebeldes “de forma inmediata y sin condiciones” para poner fin al conflicto que sufre el país y que ha dejado un saldo de más de 500 muertos desde el pasado 15 de diciembre.
El anuncio fue hecho por el ministro de Exteriores, Barnaba Marial Benjamin, quien informó que los mediadores africanos serán quiénes fijen la fecha y el lugar de las negociaciones, aunque el ministro especificó que “probablemente el encuentro se produzca la próxima semana”.
Por otro lado, Marial Benjamin aseguró que las autoridades del país controlan todos los yacimientos e instalaciones petroleras de Sudán del Sur, aunque reconoció que las fuerzas rebeldes han tomado Bentiu, la capital de Unidad.
ONU retira a su personal
Naciones Unidas informó que reubica al personal “no imprescindible” de la Misión de Asistencia a Sudán del Sur (Unmiss) tras el ataque a su sede en Jonglei, hecho enmarcado en la escalada de violencia en ese país africano.
En una nota de prensa, la ONU precisó el traslado de integrantes de su equipo de la capital sursudanesa, Juba, a la ciudad ugandesa de Entebbe, mientras que la víspera sacó a su personal civil de la base en Bor, estado de Jonglei, instalación asaltada el pasado jueves con saldo de varios muertos, entre ellos dos soldados indios.
Según Naciones Unidas, en su sede de Juba permanecen más de 20 mil civiles que dejaron sus hogares para escapar de la violencia, de los alrededor de 60 mil desplazados por las hostilidades, a las cuales se le atribuyen de manera conservadora unas 500 víctimas fatales.
Los rebeldes en Sudán del Sur se han hecho con partes importantes del estado de Unity, según los testigos. Un funcionario del gobierno informó hoy que todos los miembros del gobierno regional huyeron a la ciudad fronteriza de Bentiu. Allí, el grupo fue atacado y al parecer habría muerto un miembro del gobierno.
Otros testimonios señalan que el gobierno de Sudán del Sur en la capital, Yuba, controla algunas regiones de Unity y que los rebeldes siguen avanzando. La provincia de Unity juega un papel clave en la extracción de petróleo dentro del país.
Los disturbios que comenzaron hace una semana se deben a la lucha por el poder en la cúpula del país, así como a los enfrentamientos entre diversos grupos étnicos. Se teme que la lucha por el poder desemboque en una guerra civil.(Agencias)