El próximo lunes el Ejecutivo federal podría presentar la primera reforma profunda de 2014, la cual estaría encaminada a incrementar la productividad y elevar la participación del sector agrario del país.
La Confederación Nacional Campesina (CNC) previó que el próximo 6 de enero el gobierno de la República presente una reforma profunda al campo, esto en el marco del aniversario 99 de la promulgación de la Ley Agraria en México.
Gerardo Sánchez García, presidente del organismo, indicó que para concretar ese proceso que involucra al sector agroalimentario nacional se trabaja mediante el Consejo Técnico Ejecutivo con algunos aliados del campo como el Consejo Nacional Agropecuario (CNA).
El también senador de la República señaló que a partir de este mes se esperan importantes pronunciamientos en materia agraria, con el objetivo de construir una ruta que permita marcar tiempos en la transformación del sector, por lo que la CNC estará llegando de forma oportuna con las iniciativas y documentos que se requieran en el segundo periodo de sesiones del Congreso de la Unión.
En un mensaje de fin de año, el titular de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), Enrique Martínez y Martínez, reiteró que en 2014 habría una reforma para el campo nacional, la cual contaría con la participación de autoridades agrarias, legisladores, productores y distintos actores de las cadenas productivas.
La reforma que el sector demandaba desde el primer semestre de 2013, y que se retrasó debido a la serie de reformas estructurales impulsadas a lo largo del primer año de gobierno de Enrique Peña Nieto, tendrá como objetivo impulsar al sector primario para que sea más competitivo y elevar su participación en el Producto Interno Bruto (PIB), que cayó de 16% a 3.4% en los últimos 20 años, según cifras oficiales.
El líder de la CNC señaló que el objetivo de las acciones que se vislumbran a partir del 6 de enero es sentar las bases para recuperar la soberanía alimentaria, así como abatir la pobreza, reducir la migración y aumentar el empleo en el sector rural.
En noviembre pasado, Peña Nieto adelantó que este año se presentaría la “gran reforma del agro mexicano”. Durante la Asamblea General Ordinaria del CNA, el mandatario mostró su confianza para que el poder Legislativo diera su respaldo en la actualización y simplificación de las leyes relacionadas con el campo y la industria agroalimentaria.
De igual modo, anunció siete estrategias encaminadas para transformar el sector primario en el país, las cuales se basan en aumentar la participación de productos mexicanos en el consumo nacional y con ello elevar la tasa de crecimiento del PIB agropecuario y pesquero.
DATO
La participación del sector agrícola en el PIB nacional cayó de 16% a 3.4% en los últimos 20 años
De subsistencia, más de 70% de la actividad agrícola
En México existen más de 5.3 millones de unidades económicas rurales, de las cuales 72.6% (cerca de 3.9 millones) son solamente para la subsistencia de los campesinos que las trabajan, lo que significa que tienen una limitada vinculación con el mercado ya que presentan ingresos anuales netos menores a 17 mil pesos.
En contraste, poco menos de 18 mil unidades, que representan 0.3% del total nacional pertenecen a un estrato empresarial dinámico que genera divisas por más de 20 mil millones de dólares anuales, con una escala productiva comparable con empresas de la industria o del sector servicios.
De acuerdo con la Secretaría de Agricultura Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), esta desigualdad en el medio rural mexicano se ha propiciado debido a los bajos niveles de desarrollo humano y una casi nula capitalización social y productiva que ha caracterizado al campo en el país en las últimas décadas, lo que ha impedido a este sector aumentar su productividad y su ingreso.
Asimismo, la dependencia advirtió dentro de su Programa Sectorial 2013-2018, que el campo mexicano presenta signos de agotamiento reflejados en un estancamiento de la productividad, competitividad y rentabilidad.
Prueba de ello, señala la dependencia, es que durante 2012 el saldo del comercio exterior agroalimentario fue deficitario en casi cinco mil millones de dólares. Esto, derivado de exportaciones agroalimentarias por 22 mil 805 millones de dólares e importaciones superiores a los 27 mil 700 millones de dólares.
Ante este panorama, la Sedatu estableció entre sus principales retos sustentar y potenciar la competitividad de las empresas agroalimentarias, cuidando al mismo tiempo elevar la productividad de las unidades de baja escala.
La dependencia calcula que unas 442 mil unidades económicas rurales (que representan 8.3% del total) se encuentran en transición de las subsistencia a incursionar en el mercado y actualmente registran ventas anuales cercanas a 74 mil pesos al año, mientras que 9.9% de las unidades económicas de producción, unas 528 mil, cuentan con una actividad empresarial con rentabilidad frágil e ingresos anuales de 152 mil pesos.
Al ser más de la mitad del territorio nacional áreas compuestas por ejidos y comunidades rurales, en las que habitan más de 8.1 millones de sujetos agrarios, la Sedatu señala que en los próximos años se requieren políticas encaminadas a fomentar el desarrollo del sector a partir de la tenencia de la tierra, desarrollar capacidades técnico-productivas de sus habitantes y preservar la gobernabilidad en el sector agrario.
Para ello, la política de desarrollo agrario estará encaminada a fortalecer el empleo y los ingresos de la población rural mediante programas sociales, fomentar la inserción en procesos productivos y de comercialización y apoyar a los jóvenes del medio rural para desarrollar actividades productivas y facilitar el relevo generacional de los sujetos agrarios.
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