WASHINGTON. La Agencia Nacional de Seguridad (NSA, por sus siglas en inglés), fue autorizada hoy a mantener su programa para obtener “metadatos” de las llamadas telefónicas en Estados Unidos, informó el titular de la Dirección Nacional de Inteligencia (DNI), James Clapper.

 

El programa, que forma parte de los operativos contra el terrorismo, permite a la NSA obtener información como la duración de las llamadas telefónicas, su origen y su destino, pero no escuchar directamente las comunicaciones entre los usuarios.

 

La autorización fue otorgada por la Corte de Vigilancia de la Inteligencia Foránea (FISA), un tribunal secreto que fiscaliza la interceptación de telecomunicaciones.

 

“En la opinión de la administración (…) el programa de recolección de ‘metadatos’ es legal”, dijo Clapper al hacer alusión a los fallos de tribunales en Nueva York y California, y de otras instancias legales emitidos en los últimos siete años.

 

Aunque un juez del Distrito de Columbia dictaminó en diciembre pasado que el programa era “probablemente” inconstitucional, Clapper anunció que el Departamento de Justicia decidió apelar el fallo.

 

El DNI decidió asimismo desclasificar algunas de las decisiones adoptadas por la comunidad de agencias de inteligencia de Estados Unidos, a raíz de lo que calificó como el “continuo interés público” sobre el programa de recolección de “metadatos”.

 

EU apela decisión de juez que cuestionó la legalidad del espionaje de NSA

 

El Departamento de Justicia de Estados Unidos apeló hoy la decisión de un juez federal que dictaminó el mes pasado que el programa de espionaje telefónico de la NSA era “casi seguramente” inconstitucional.

 

En una breve notificación, el Departamento indicó que ha presentado un recurso ante la Corte de Apelaciones del Distrito de Columbia, donde se encuentra la capital estadounidense, según informó el diario The Wall Street Journal.

 

El Gobierno de Barack Obama se pronuncia así sobre la decisión tomada el pasado 16 de diciembre por el juez de distrito Richard Leon, que permitió que dos demandantes continuaran su querella contra la NSA por considerar que el citado programa podría vulnerar la cuarta enmienda de la Constitución estadounidense.

 

“No puedo imaginar invasión más indiscriminada y arbitraria que esta recolección sistemática de alta tecnología y la retención de datos personales de virtualmente todos los ciudadanos con el propósito de almacenar y analizar sin aprobación judicial”, escribió Leon en su dictamen de 68 páginas.

 

Gracias al dictamen, el primero de estas características, los activistas conservadores Larry Klayman y Charles Strange pueden seguir desafiando a la agencia por pesquisas y controles injustificados, a partir de la información revelada por el exanalista externo de la NSA Edward Snowden.

 

No obstante, otro juez federal, William Pauley, se pronunció en el sentido contrario la semana pasada en Nueva York, al considerar que el programa de recolección de registros telefónicos sí es constitucional, en una decisión que los demandantes se han comprometido a apelar.

 

En caso de que las cortes de apelaciones sigan emitiendo opiniones contradictorias al respecto, se hará más probable que el Tribunal Supremo acabe siendo el encargado de decidir si el programa de vigilancia de la NSA es constitucional o no.

 

La decisión apelada hoy se refiere sólo a uno de los programas revelados por Snowden, el que permite a la NSA recolectar metadatos telefónicos de estadounidenses, el punto más vulnerable para la agencia de inteligencia, ya que su mandato consiste únicamente en espiar en el extranjero.