Los incrementos a los combustibles encarecen directamente el poder adquisitivo de las familias, el transporte público y privado, así como a las propias finanzas públicas de estados y municipios, aseguró José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y de Crecimiento Económico (IDIC).
Explicó que los propietarios de un auto particular deberán destinar una cantidad diaria importante, comparada con el aumento al salario mínimo, que apenas se elevó en menos de tres pesos al día.
Los aumentos a las gasolinas Magna, Premium y diesel, también afectan al transporte público y el destinado al traslado de alimentos y productos, pues de ello depende la industria, que lleva sus productos a distintas partes del mundo, “el aumento a gasolinas ha sido uno de los aspectos que ha afectado negativamente la competitividad y productividad del aparato industrial mexicano”.
Lo anterior se complica a ojos de la opinión pública cuando se observa que en otros países no se aplican las mismas medidas, cuando países desarrollados se preocupan por reactivar sus economías y evitar afectaciones a los ciudadanos y lo que desean es introducir elementos para mayor productividad y competitividad.
En entrevista en Radio Fórmula, refirió que los precios de combustibles en México son más caros porque no es posible industrializar el petróleo para generar derivados de calidad y baratos.
Unas finanzas públicas débiles aunadas a la dependencia de lo que ocurra a nivel internacional, provoca una situación negativa en lugar de ser una palanca para el bienestar y desarrollo de los mexicanos.
“Nosotros podemos vender el barril a 100 o 150 dólares, pero cuando se importa en forma de gasolinas, plásticos u otras transformaciones se pagará esa cantidad más el costo agregado de otros países que buscan una ganancia. Es claro que esto refleja los cambios estructurales que se deben hacer para garantizar que este recurso acabe siendo para el desarrollo”, refirió.
Por el momento, será difícil que los mexicanos tengan una mejor economía doméstica en 2014, pues el gobierno ha anunciado que será hasta el próximo año cuando el costo de la gasolina estará acorde a la inflación.
Mientras tanto, los incrementos continuarán siendo discrecionales y bajo la lógica que obedece a las necesidades de financiamiento del gobierno federal, el cual tiene una expectativa de crecimiento alrededor de un 4 por ciento.