ADIS ABEBA. Representantes del Gobierno de Sudán del Sur y de los rebeldes liderados por el ex vicepresidente Riak Mashar comenzarán mañana en Adis Abeba las negociaciones cara a cara para buscar el cese de las hostilidades.

 

“Representantes del Gobierno de Sudán del Sur han establecido conversaciones de paz oficiales”, indicó en rueda de prensa el ministro de Asuntos Exteriores etíope, Tedros Adhanom, acompañado por el embajador de Estados Unidos en Sudán del Sur, Donald Booth.

 

Las conversaciones directas entre ambas partes se han retrasado un día, ya que ayer se anunció su inicio oficial durante la jornada de hoy.

 

Finalmente, sobre las 20.00 hora local (16.00 GMT) el ministro etíope informó, en representación de la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo (IGAD, en sus siglas en inglés), del acuerdo entre ambas partes para iniciar mañana las reuniones cara a cara.

 

Las dos delegaciones se han reunido por separado desde el pasado martes en un lujoso hotel de Adis Abeba, donde se han desarrollado las conversaciones preliminares con la IGAD, la autoridad interestatal mediadora en el conflicto.

 

Las respectivas delegaciones pasaron el día de hoy estableciendo la agenda que regirá las negociaciones.

 

Durante el anuncio oficial del inicio de las conversaciones, los líderes de las negociaciones del Ejecutivo sursudanés y los rebeldes cruzaron acusaciones por el retraso de las conversaciones.

 

Tedros Adhanom llamó a ambas partes a llegar rápidamente a un acuerdo de paz: “No luchasteis para iniciar otra guerra”.

 

“Esperamos que tengáis la intención de resolver esta crisis. Es necesario parar esta guerra sin sentido. Debéis pararla y debéis pararla hoy”, apostilló.

 

El enviado de la IGAD a Sudán del Sur, Seyou Mesfin, dijo que una nación que tiene millones de personas en la pobreza y bajos niveles de infraestructuras “no se puede permitir acabar en una guerra civil”.

 

Mesfin reconoció que la negociación es “un proceso difícil”, pero todo el mundo espera que “no fracase”.

 

El enviado de la IGAD urgió a las partes enfrentadas a parar la propaganda hostil y la campaña de odio, así como a la liberación de detenidos.

 

Ta’ban Deng Gai, negociador jefe de Mashar, advirtió de que “con las ejecuciones masivas no habrá una situación favorable para las conversaciones de paz”.

 

Pidió la liberación de detenidos, ayuda humanitaria y la investigación de violaciones de derechos humanos.

 

Nhial Deng Nhial, exministro de Exteriores de Sudán del Sur y representante del Gobierno en las negociaciones, aseguró que su delegación está dispuesta a hablar para alcanzar un final rápido a la crisis.

 

“Nuestro pueblo ha sufrido bastante durante la guerra por la independencia. El Gobierno de la República de Sudán del Sur tiene la obligación de restablecer la paz por todos los medios posibles”, agregó.

 

Las dos partes acordaron el martes pasado comenzar las negociaciones en Adis Abeba, cuando el ultimátum que les había dado la IGAD estaba a punto de vencer.

 

La violencia en Sudán del Sur estalló el pasado 15 de diciembre a raíz de un intento de golpe de Estado perpetrado por Mashar, según el presidente Salva Kir.

 

Desde ese día, miles de personas han fallecido y más de 80.000 se han visto obligadas a desplazarse para huir de los enfrentamientos.

 

Mashar se había negado a negociar si el presidente no liberaba a once de sus aliados en la intentona golpista, y la negativa de Kir, que solo se mostró dispuesto a poner en libertad a ocho, estuvo a punto de hundir el plan negociador de la IGAD.