Después de varias horas de negociación entre funcionarios del Gobierno del Distrito Federal y dirigentes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), policías capitalinos desalojaron el campamento que los maestros mantenían en el Monumento a la Revolución.

 

Tras el ingreso a la plaza de unos 450 granaderos, ocurrido minutos después de las siete de la noche, el secretario general de la Sección 22 de Oaxaca, Rubén Núñez, anunció el rompimiento del diálogo con el GDF, y que la presencia del magisterio continuará.

 

Hasta el cierre de esta edición, los agentes habían recuperado la parte poniente de la explanada, aunque ya rodeaban todo el circuito de Plaza de la República y se preveía que ésta quedara desalojada en su totalidad.

 

En entrevista con 24 HORAS, el dirigente magisterial adelantó que este lunes realizarán una asamblea, cuando arriben a la capital del país los contingentes de maestros de la CNTE que ya venían en camino para reforzar el campamento.

 

Asimismo, Núñez hizo un llamado a las secciones de la Coordinadora en los estados de la República a reagruparse en el Distrito Federal para continuar con sus demandas ante el gobierno federal. Mencionó que hoy decidirán cuál será el plan de acción luego del desalojo de la policía capitalina.

 

Por lo pronto, dijo que uno de los puntos del plan será retomar el diálogo con la Secretaría de Gobernación (Segob) que quedó pendiente desde principios de diciembre de 2013; aclaró que todas las negociaciones se realizarán ya con el gobierno federal y no con la administración de Miguel Ángel Mancera.

 

Minutos después de las 19 horas, los granaderos ingresaron al campamento, tomando por sorpresa al reducido grupo de maestros que se encontraban en el lugar. Al momento del ingreso de la fuerza policiaca, los profesores explicaban a los medios de comunicación su posicionamiento respecto a la petición del gobierno capitalino de desocupar el lado poniente de la plaza.

 

Francisco Bravo, dirigente de la Sección 9 en el DF, señalaba que los acuerdos firmados con la Secretaría de Gobierno capitalina se habían cumplido, ya que habían liberado la vialidad y las banquetas aledañas a la Plaza de la República, por lo que no replegarían el campamento.

 

Las negociaciones iniciaron alrededor de las dos de la tarde, cuando Rubén Núñez y Juan José Ortega, dirigente este último de la Sección 18 de Michoacán, se reunieron con Israel de Rosas, coordinador de Concertación Política del Gobierno del DF, quien pidió a los líderes replegar el campamento bajo el argumento de que se realizarían obras de mantenimiento.

 

Minutos después, Juan José Ortega declaró a este diario que la respuesta del magisterio al GDF fue que permitiera a la CNTE analizar la petición en la Asamblea Nacional Representativa que en esos momentos se llevaba a cabo en el edificio de la Sección 9 del Centro Histórico. La respuesta del GDF fue enviar más elementos de seguridad al campamento.

 

Ante la alerta de desalojo la asamblea fue cancelada y los dirigentes de la CNTE se trasladaron al Monumento a la Revolución. Poco antes de las siete de la noche, De Rosas regresó al plantón para insistir en que el campamento debía replegarse, petición que, aseguró el funcionario, se había planteado desde hace dos semanas.

 

Después de unos minutos de deliberación, los dirigentes de la CNTE respondieron con una negativa. Ante la entrada inesperada, los docentes se replegaron en una valla para evitar una confrontación y acudieron al lado oriente para evitar que también arrasaran con las carpas instaladas en esa posición. Mientras tanto, otro grupo de maestros buscó rescatar enseres de cocina, bultos y cajas con medicamentos.

 

Personal de limpieza del gobierno capitalino desmanteló en minutos los plásticos que servían de techo en el plantón, al mismo tiempo que ingresaba al lugar maquinaria para retirar la basura del campamento. Un hombre de la Secretaría de Gobierno pidió a los trabajadores revisar entre los escombros que no hubiera docentes dentro de las carpas antes de proceder a su derribo.

 

Tras el desalojo, unos 50 o 100 maestros, algunos con palos, buscaban reagruparse y ocupar las calles aledañas. De acuerdo con Núñez, ninguno de los maestros resultó lesionado.

 

GDF JUSTIFICA OPERATIVO

 

El secretario de Gobierno del Distrito Federal, Héctor Serrano, señaló a través de su cuenta de twitter que la recuperación del Monumento a la Revolución se dio por instrucciones del jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, y en atención al reclamo  de los capitalinos.

 

“Atendiendo reclamo social de capitalinos y por instrucción de @ManceraMiguelMX esta noche continuamos recuperación de Monumento a la Rev”, publicó en su cuenta.

 

Serrano Cortés exhortó a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) a alcanzar acuerdos para acabar con el conflicto nacional que desde hace tres meses provocó que instalaran su campamento en el Monumento de la Revolución como protesta en contra de la reforma educativa.

 

AGRESIÓN A MEDIOS

 

Granaderos que participaron en el desalojo agredieron a reporteros que cubrían los hechos. Gabriela Rivera, periodista de 24 HORAS, fue jaloneada y golpeada y despojada de su teléfono celular, pese a identificarse plenamente.

 

Aproximadamente a las 19:20 horas, la reportera tomaba imágenes de las carpas derribadas a la mitad de la explanada cuando los elementos de seguridad se acercaron a preguntar quién era y advertirle que no podía estar en el lugar.

 

A pesar de identificarse y asegurar que se retiraría, los elementos de seguridad comenzaron a empujarla y aventaron a una mujer policía que siguió jaloneándola. Uno de los granaderos la torció del brazo y la arrastró y otro más le quitó su herramienta de trabajo.