GINEBRA. El Vaticano apoya las investigaciones en España sobre el robo de niños perpetrado por monjas, curas y médicos, especialmente desde la época del franquismo hasta la década de los 80.
Así lo afirma el Vaticano en un documento enviado al Comité de Naciones Unidas sobre Derechos del Niño en el que responde a algunas preguntas planteadas por el organismo.
“La Santa Sede apoya y fomenta las investigaciones de las autoridades españolas sobre los posibles delitos cometidos por algunos miembros de las instituciones locales de la Iglesia”, citó el documento enviado al Comité de la ONU al que tuvo acceso Notimex.
El próximo 16 de enero, la Santa Sede será objeto de examen sobre la aplicación de la Convención y sobre el cumplimiento del Protocolo Facultativo relativo a la venta de niños, la pornografía infantil y la prostitución infantil.
La evaluación del Estado del Vaticano tendrá lugar en la sede del Alto Comisionado de Naciones Unidas para Derechos Humanos (ACNUDH) que se encuentra en Ginebra.
“La Santa Sede condena la venta de niños, lo cual es un delito y una ofensa moral en contra de la ley divina revelada en el Decálogo y también viola principios básicos que son cognoscibles por la razón correcta”, subrayó el texto.
El Vaticano “expresa un profundo sentido de la solidaridad y la preocupación por los niños y sus familias”, señaló el documento. Reconoció como “alentadora la declaración de la Conferencia Episcopal de Obispos Católicos en España en la que manifiesta su voluntad de colaborar plenamente con las autoridades civiles (19 de noviembre de 2013)”.
“Como ya se ha señalado, agregó el documento, cada católico está llamado a respetar los principios morales que figura en la doctrina católica y la obligación de cumplir con las leyes civiles”.
“La Santa Sede, como sujeto soberano del derecho internacional, debe respetar el deber de no intervención en los asuntos internos de otros Estados”, enfatizó.
Asimismo, debe respetar “sus competencias legales para investigar, procesar y sancionar los delitos contra los niños y sus familias, cometidas por personas, incluyendo a los católicos culpables de esos crímenes, que trabajan en las instituciones católicas que operan en sus respectivos territorios”, indicó.
El Comité de la ONU preguntó expresamente al estado parte “si ha llevado a cabo una investigación sobre las denuncias de miles de bebés que se vendieron para su adopción en las últimas décadas en España por una red de médicos, monjas y sacerdotes, cuestión que sólo fue descubierta en 2011”.
Sin embargo, en el documento dado a conocer este lunes, la Santa Sede evitó contestar directamente a esta pregunta y se limitó a dar su apoyo a la investigación que realiza el gobierno español.