Alrededor de 10 templos históricos y zonas arqueológicas del estado de Guerrero fueron rescatadas con el Programa de Empleo Temporal (PET), del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), tras el paso del huracán “Manuel”.
El programa ayudó a reconstruir el legado arquitectónico de siete regiones del estado, entre ellas la Montaña, Montaña Baja, Centro, Tierra Caliente, Norte, y en las costas Chica y Grande.
La antropóloga Blanca Jiménez Padilla, directora del Centro INAH Guerrero, comentó que estas labores ayudaron en términos de capacitación para el trabajo, la apreciación y reapropiación del patrimonio cultural, además de beneficiar a familias de escasos recursos.
De acuerdo con información difundida por el INAH, entre los recintos recuperados se encuentra “La cofradía“, una construcción de adobe aledaña a la Parroquia de San Juan Bautista, en el municipio de Iguala, que ahora le pertenece a toda la comunidad.
Los templos de San Sebastián, en Cozoyoapan; el templo de San Miguel Arcángel, del municipio de Xochistlahuaca, y el templo de San Agustín, en Tepoxtlán, Ahuacuotzingo, también recibieron trabajos de limpieza, liberación de vegetación nociva, empedrado en banquetas perimetrales e impermeabilización de cúpulas.
En el caso del templo de San Agustín, se recuperó además, la arquitectura vernácula de tierra.
Jiménez Padilla comentó que uno de los municipios con mayor participación, especialmente de mujeres de la etnia amuzga, fue Cozoyoapan.
“Todas colaboraron con enorme entusiasmo en el mantenimiento y recuperación de su templo, trabajando en las mismas actividades que los hombres. La parroquia presentaba un serio problema de humedad en los muros y contrafuertes, por lo que su atención fue sumamente importante”.
Por su parte, el Templo de Santiago Apóstol, referente histórico de la arquitectura del siglo XVII, también recibió labores de renovación del recinto y liberación de material inducido, con lo que se impidió su demolición.
La Parroquia de San Martín de Tours; la Zona Arqueológica Soledad de Maciel-Xihuacan; y sitios como Teopantecuanitlán, Cuetlajuchitlán, Ixcateopan y La Organera-Xochipala, también fueron beneficiados por el programa.
La antropóloga destacó la técnica de reconstrucción utilizada por los trabajadores, ya que “se aprovechó la mano de obra del PET para efectuar la restitución de la arquitectura afectada”.
Asimismo, el INAH informó que durante el último trimestre del 2013, el PET contó con cuatro millones de pesos y la capacitaron de alrededor de 400 personas para impulsar las labores de reconstrucción.