El primer ministro de Grecia y el presidente de la Comisión Europea (CE) se mostraron optimistas destacando las reformas económicas neoliberales adoptadas por el endeudado país a costas de la empobrecida población
Grecia, que asumió la presidencia temporal de la Unión Europea (UE), debe proseguir sus esfuerzos para salir de la crisis y no debe frenar las reformas que le exige la troika de prestamistas, indicó en Atenas el presidente de la Comisión Europea, José Manuel
Grecia, con grandes sacrificios, deja atrás la crisis”, dijo triunfalista el primer ministro griego, Antonis Samaras, durante una intervención conjunta con el presidente de la CE, Jose Manuel Barroso, poco antes del inicio de la ceremonia oficial inaugural.
Desde mayo de 2010, Grecia depende financieramente de préstamos de rescate concedidos por otros países de la UE que usan el euro y el Fondo Monetario Internacional (FMI) para evitar que su masivos déficits y deuda externa provocaran un default que podría acarrear una masiva bancarrota bancaria europea.
A cambio de los miles de millones de euros prestados, sucesivos gobiernos griegos impusieron durísimas medidas de ajuste y adoptaron profundas reformas neoliberales recetados por el FMI, lo que provocó un enorme malestar en extensos segmentos de la sociedad griega, sobre todo en los más golpeados.
Atenas espera salir de sus seis años seguidos de recesión en los próximos seis meses y negociar un acuerdo con sus acreedores internacionales para que su enorme deuda externa sea sustentable.
Objetivos
Samaras dijo que durante la presidencia griega del bloque de los Veintiocho, Grecia se abocará a las medidas de recuperación económica, incluyendo el combate al desempleo juvenil (que en Grecia afecta al 60% de los de menores de 25 años), un fenómeno que se agudizado en estos años de recortes de gasto público exigidos por los prestamistas internacionales., y a las cuestiones de seguridad, entre ellas la inmigración. El cuarto pilar de la presidencia de Grecia será la idea de una estrategia marítima global.
Por su parte, Barroso subrayó que los rescates financieros son exitosos pese a la resistencia que generan, y puso como ejemplo el caso de Irlanda, que este año logró dejar su propio programa de “salvataje” externo y que ayer retornó a los mercados de créditos internacionales con una exitosa colocación de bonos.
“Hace no mucho había gente que especulaba con la salida de Grecia del euro, con la implosión del euro e incluso de la UE. El hecho de que estemos aquí celebrando el comienzo de la presidencia helena, de un miembro pleno de la UE y de la eurozona, demuestra que las predicciones estaban equivocadas”, agregó Barroso.
El primer ministro griego y el conjunto de los comisarios europeos (que integran lo que se considera como el Ejecutivo comunitario) se reunieron en el palacio de exposiciones y congresos Zappeion en la capital helena en medio de un gran despliegue policial.
Las manifestaciones se prohibieron durante 18 horas en áreas cercanas a los eventos por la asunción de la Presidencia de la UE, y la policía empleó gases lacrimógenos para dispersar a unos 200 manifestantes que intentaron desafiar la veda y marchar hasta el lugar donde se realizaba la ceremonia oficial.
El sindicato de los trabajadores de la salud pública (EOPYY) anunció que una huelga de médicos iniciada el 25 de noviembre contra la amenaza de despidos y planes de reforma sanitaria se extenderá al menos hasta el 17 de enero.
La decisión fue tomada tras el anuncio del ministro de Reforma Administrativa, Kyriakos Mitsotakis, de trasladar a entre 8 mil y nueve mil trabajadores del sistema público de salud griego al esquema de la reserva laboral.
En este esquema, diseñado junto a los acreedores del FMI para reducir los empleados públicos griegos, los trabajadores cobran durante ocho meses el 75% de su salario, a cuyo término deben ser trasladados a otros puestos o son despedidos.
El sindicato del sector considera esto un “despido de hecho”.