Sí hacía falta Andrés Manuel López Obrador en todo este jaleo de la aprobación de reformas ‘estructurales’ a ritmo de rap: veloz y prontito, como para que no se entienda. En el discurso del hombre de Tepetitán había un estruendo casi en tono de catarsis o hasta locura: pero él es así y se ha convertido en parte de nuestra alma política mexicana, estemos o no de acuerdo con él.
Durante las discusiones para la aprobación de la reforma energética en noviembre y diciembre pasados, AMLO mostró su histórica inconformidad, acusando despojo, privatización y corrupción en esta trascendental decisión que cambia el contenido histórico de nuestra economía nacional. A principios de diciembre prometió que con MORENA bloquearía el acceso al Senado de la República para presionar hacia la no aprobación de la reforma.
No pudo. El 3 de diciembre en la madrugada sufrió un infarto al miocardio y dejó la pelea. El cuerpo le exigía un paréntesis. Y lo hizo. La reforma energética se aprobó la madrugada del 12, día de Guadalupe, como ocurrió la madrugada del 12 de diciembre de 1998 cuando el PRI y el PAN aprobaron el paso Fobaproa-IPAB. ¿Casualidad?
Su enfermedad impactó en México. Han sido muchos años de su oposición, de contradicciones también, de errores múltiples; y también de aciertos, pero, sobre todo, de tozudez y de firmeza en sus convicciones: un México justo, dice que es el que quiere.
¿Contradicciones de AMLO? Pues sí. Las que existen en todo ser humano. Creció políticamente al amparo del PRI, buscó el poder a través del PRI y cuando el PRI le cerró la puerta se trasladó a la oposición de izquierda con otros priístas conversos: ¿cuántos así?
Quiso ser presidente municipal de Macuspana. Quiso ser gobernador de Tabasco dos veces; dos veces compitió por ser presidente de México. Fue Jefe de Gobierno del DF. Una vida azarosa y por lo mismo intensa…
El día de Reyes de 2014 apareció de nuevo en la política nacional. Ya restablecido. Y ha retomado sus acciones políticas.
Y hay una especie de cambio en su discurso. Hay un dejo moral y casi místico en donde “la fe” la “igualdad”, la “fraternidad” predominan.
De aquel tono beligerante y hasta intransigente y a veces caprichoso y de confrontación surge un fraseo distinto, hasta ahora…
Insiste en que su movimiento es pacífico y sus clichés siguen ahí: “la mafia del poder”, “el imperio de la corrupción”, “el complot”.
Dice que no habrá salida para la economía mexicana con las reformas aprobadas: “va a seguir la inseguridad y va a seguir la violencia…” Y hace un llamado nacional a “no perder la fe ni caer en el desánimo en la lucha para derrocar al PRIAN”; que hay que despertar a los ciudadanos, crear conciencia en la gente y organizar al pueblo: “Hemos decidido dedicar nuestra imaginación y nuestro trabajo a construir una sociedad mejor, más libre, más democrática, más justa, más igualitaria y más fraterna”.
Hizo un llamado a abolir las reformas estructurales ya aprobadas. A saber esto se lograría por dos vías: o consigue hacerse del poder por vía democrática y derogar lo aprobado, o bien un altísimo grado de movilización social conducirá a la capitulación de las reformas. ¿Cuál será el camino? Él seguirá en la lucha. Está bien. Es un factor importante de equilibrio político en México e indispensable para la reconstrucción de la izquierda mexicana.
El 7 de enero, el PRD en el Senado anunció que asume a Cuauhtémoc Cárdenas como líder en la defensa del petróleo mexicano: “pero [pero] habrá de buscar a AMLO para conversar respecto a la unidad de las izquierdas y echar atrás las reformas lesivas para el país” dijo Miguel Barbosa, coordinador de los perredistas.
Le invitará con ‘peros’ el legislador Barbosa que dice que en el PRD “habrán de moverse a la izquierda” [¿qué no eran izquierda?] sin salirse de la política; y que quieren aglutinar a las diferentes corrientes de izquierda del país: “la izquierda social, la izquierda electoral, la izquierda no electoral”… ¿Conseguirá aglutinar a las izquierdas dentro de su partido?
AMLO reaparece en la política nacional. ¿Cuál será su ruta? ¿MORENA como solución? o la recomposición integral de una izquierda mexicana democrática vigorosa y única con propuestas políticas y sociales firmes y viables, de reconstrucción nacional; pero una reconstrucción no sólo en temas aislados que anulan el todo.
AMLO tiene que pensar muy bien lo que sigue en su vida política: el antes y después del infarto ya se percibe, pero ¿seguirá en la inviabilidad de propuestas o en la recapitulación y el inicio de una etapa floreciente y necesaria para la izquierda del país, sin lastres y sin figuras dañinas; a partir de propuestas y soluciones ciertas y tangibles? Ya veremos.
![sistemas soporte](https://secure.gravatar.com/avatar/d594558c68aeaf95a168c002b05fa4ae?s=100&d=https%3A%2F%2F24-horas.mx%2Fwp-content%2Fuploads%2Fmexico%2F%2F2025%2F01%2Flogo_24h_2025-1-150x150.png&r=g)