ESTRASBURGO. El Parlamento Europeo no se anduvo por las ramas para aletargar las reacciones sobre el impacto del espionaje maquinado por la ya famosa Agencia de Seguridad Nacional (NSA). El Comité de libertades civiles del Parlamento Europeo tiene listo un borrador de su informe motivado por los contenidos de las filtraciones de Edward Snowden el año pasado. De manera enfática, los resultados del informe piden fin a la vasta, sistemática e indiscriminada recolección de datos personales por parte de las agencias de inteligencia estadunidenses. También le pide a Estados Unidos que revise sus leyes para que no choquen con la legislación internacional que reconocen la privacidad, como un derecho de los ciudadanos de la Unión Europea.
El periódico británico The Guardian presentó en versión electrónica el informe completo de los resultados aportados por el comité especializado en libertades civiles del Parlamento Europeo. El informe no sólo concentra juicios en contra de la NSA, también lo hace de su homóloga británica: Government Communications Headquarters (GCHQ), una de las tres principales agencias de investigación inglesas.
El informe aún no es votado por el Parlamento pero su filtración conlleva un mensaje explícito de inconformidad. No es casualidad que el mismo día en el que lo publica The Guardian, el Parlamento Europeo le haya abierto sus puertas a Edward Snowden.
El informe se conforma por 52 folios; entre ellos, el comité enfatiza que las agencias de inteligencia occidentales han estado involucradas en espionaje a “una escala sin precedentes y de una manera indiscriminada, y nunca sustentado en la sospecha”. Los programas Prisma, operado por la NSA, y Tempora, gestionado por el GCHQ ilustran que el motivo terrorista no es el único que subyace en las justificaciones que ha dado el gobierno del presidente Obama. “Es muy dudoso”, señala el documento, que sea el único motivo.
Claude Moraes, legislador del Parlamento Europeo, británico y laborista, es quien encabeza el comité de libertades civiles. En el informe, sin que aún se haya presentado de manera oficial, The Guardian se encargó de adelantarlo a sus lectores en su totalidad.
El informe pide a las autoridades de Estados Unidos y a los miembros de la Unión Europea, prohibir las actividades de vigilancia masiva y el procesamiento a granel de los datos personales.
Uno de los casos que catalizó la elaboración del informe, fue la revelación de Snowden sobre la aplicación del programa Tempora en Alemania, en particular, a la canciller Angela Merkel. En México, la NSA hizo lo propio con el entonces candidato presidencial Enrique Peña Nieto y a su círculo cercano. También fue blanco de la NSA el presidente Felipe Calderón. Las reacciones en Europa ya comienzan a dar resultados, mientras que, en México, el embajador en Washington, Eduardo Mediana Mora, se ha limitado a declarar que las investigaciones solicitadas a Estados Unidos, ocurren.
En uno de los apartados del informe, insiste que la vigilancia masiva tiene efectos potencialmente graves sobre la libertad de prensa. De igual manera, los datos extraídos ilegalmente pueden obstaculizar carreras políticas.
Sobre los integrantes de la Unión Europea, exige que Reino Unido, Alemania, Francia, Suecia y los Países Bajos, revisen las leyes que rigen las actividades de los servicios de inteligencia para asegurar que estén en consonancia con la Convención Europea sobre los Derechos Humanos.