TOULOUSE. El fabricante aeronáutico europeo Airbus, que en 2013 logró unas ventas récord de mil 503 unidades, calculó hoy que este año logrará algo más de 600 encargos.
“Claramente, no esperamos mil 500 encargos netos” en 2014, dijo el presidente de Airbus, Fabrice Brégier, al presentar en Toulouse (sur de Francia) los resultados comerciales del pasado ejercicio, cuando entregó 626 de los aviones encargados.
Brégier se mostró confiado en que los pedidos alcancen las entregas en 2014, para las que el objetivo es que se sitúen a un nivel “similar” a las de 2013.
El máximo directivo de Airbus se mantuvo en la línea conservadora de su empresa en términos de previsiones: a comienzos de 2013 había augurado que el año se cerraría con la venta de unos 700 aparatos, cuando las cifras reales duplicaron esos cálculos.
El año pasado, Airbus puso en manos de sus clientes 626 aeronaves, también la cifra más elevada de su historia, que marcó una progresión por duodécimo año consecutivo.
El responsable comercial de la compañía, John Leahy, concretó que, en el caso de su modelo gigante A380, esperan encargos de una treintena de unidades, en línea con la producción prevista, frente a los 25 entregados en 2013.
Leahy anunció que este año los precios de catálogo de sus aviones suben un 2.6% respecto a los de 2013 y explicó que el incremento es resultado de una fórmula interna que incluye la tendencia de la inflación general y otros elementos vinculados a la industria aeronáutica y al uso del dólar como moneda de trabajo en el sector.
De acuerdo con los nuevos precios, un A380 cuesta 414,4 millones de dólares, el futuro A350-900 (que entrará en servicio a finales de 2014) 295.2 millones de dólares y el A321neo (versión modernizada del aparato con más capacidad de la familia de un solo pasillo) 120.5 millones de dólares.
Brégier mencionó entre las prioridades para este año la certificación en el tercer trimestre del A350, que lleva unas 800 horas de pruebas en cerca de 200 vuelos, el primer vuelo en otoño del A320neo, la versión modernizada de la familia de un solo pasillo que ofrecerá un ahorro de combustible del 15% gracias a sus nuevos motores y a dispositivos en las alas.
Otra de las prioridades es la certificación de las dos nuevas versiones del modelo de doble pasillo A330, una para conseguir un mayor radio de acción y otra “regional” con la que Airbus pretende ofrecer a las compañías -sobre todo chinas- aviones de gran capacidad para vuelos de corta o media distancia dentro de un mismo continente, con un costo operativo por pasajero reducido.
Preguntado por una eventual nueva motorización para el A330, Brégier hizo notar que “es un avión que se está vendiendo muy bien” y que, más allá de la inversión en las dos citadas versiones, sustituir los motores “no es la principal opción”.
El presidente de Airbus confirmó la voluntad del fabricante europeo de continuar su expansión internacional con la planta que está construyendo en Mobile, en Estados Unidos, que debe iniciar la producción en 2015 para entregar los primeros aviones un año después.
En la misma línea, contó que en China negocian con su socio local la extensión de las capacidades de ensamblaje de su planta actual, de la que ya han salido 150 aviones.