Viajar a Europa en invierno te regala inenarrables paisajes nevados que estamos seguros dejarán huella en tu corazón y nunca los olvidarás. Aquí diez muestras.
Gotemburgo, en Suecia, reúne aproximadamente cien islas. Como la mayoría de ellas están pobladas, barcos y ferrys circulan frecuentemente entre ellas.
El London Eye, en el South Bank, a orillas del Támesis, con el Big Ben al fondo, un día nevado.}
Copenhague, la capital danesa, en un día nevado.
Dinamarca deja imágenes como esta de barcas varadas en el mar helado.
Las pistas forestales y caminos que unen la Laponia finlandesa, noruega y sueca están acondicionadas para la circulación en motos de nieve.
Zurich es un buen destino de invierno, donde disfrutar de los estupendos paisajes nevados que ofrece esta ciudad suiza.
El castillo alemán de Neuschwanstein, del loco rey Ludwig, que fue utilizado como modelo para el castillo de Disney realza su belleza enmarcado en un paisaje cubierto de nieve.
En España, ciudades como Teruel, también amanecen muchos días durante el invierno cubiertas por un manto blanco.
El Tiergarten nevado, uno de los pulmones verdes de Berlín, situado en pleno centro de la ciudad.