Si encontrar ropa de premamá que siente bien es ya un reto suficiente, para las actrices embarazadas que asistieron a los Globos de Oro tienen un reto más: encontrar un traje largo de pre-mamá que siente bien.
En realidad, las actrices tienen pocas opciones, entre elegir un traje amplio y suelto, adaptar un traje de una talla más, modificándolo, o enfundarse en un vestido de tela elástica que marque la figura debido a que las firmas de lujo de prêt-à-porter conocidas no cuentan con diseños especiales para esta etapa de la vida.
Por ello el look de bata se refrendó que “nunca es una buena idea”, embarazada o no. Y fue Drew Barrymore quien lo hizo patente en esta edición. Su vestido de Monique Lhuillier con detalles de flores recordaron a los “toppings” de los cupcakes.
Elsa Pataky cayó en el mismo error con su traje de Paule Ka. Intentaba distraer la atención hacia el cuello de pedrería de su escote, pero no funcionó. Con su estilo podía haberse arriesgado con algo más ceñido.
Olivia Wilde se enfundó en un vestido de Gucci verde y triunfó. Muy elegante, el traje de manga larga tenía una sola apertura, en la falda, por detrás, para poder andar. La actriz mostró que se puede ser sexy, sin enseñar nada y estando embarazada.
Mientras que Kerry Washington con un vestido blanco de corte recto de Balenciaga, con volantes laterales. La puso incluso como una de las actrices mejores vestidas de la primer alfombra roja del 2014.