SAN SALVADOR. La matanza de las seis personas ocurrió en las proximidades de la iglesia Siloé, Cantón El Nispero, jurisdicción de Tacuba, departamento de Ahuachapán, fronterizo con Guatemala. Los religiosos salían de su iglesia cuando fueron atacados a tiros por varios desconocidos. Las víctimas son cinco hombres adultos y un menor, según medios locales, cuyas edades oscilan entre los 16 y los 54 años de edad.

 

Tan sólo unas horas antes, el presidente electo de Honduras, Juan Orlando Hernández, había comentado que, a las pandillas, “se les acabó la fiesta”.

 

Y este ultimátum lo declaró por su nombre: “Yo, Juan Orlando Hernández, voy a hacer lo que tenga que hacer para que este país vuelva a vivir en paz y tranquilidad”.

 

“A los mareros, a los extorsionadores se les acabó la fiesta oscura que tanto daño le ha hecho a este país”, enfatizó.

 

Según las primeras investigaciones, los asesinos estaban armados con fusiles y armas cortas y se presume que forman parte de estructuras de pandillas de la zona.

 

Entretanto tres pandilleros del Barrio 18 fueron asesinados en el cantón Longaniza, jurisdicción de San Nonualco, departamento de La Paz, en la zona central del país, a unos 60 kilómetros al este de la capital.

 

Según las investigaciones de la Fiscalía y de la Policía, se presume que fueron asesinados por pandillas rivales.

 

Cuando se registraban al menos 14 muertes violentas al día, los líderes de las pandillas Mara Salvatrucha MS13 y Barrio 18 acordaron en la primera semana de marzo de 2012 una tregua para bajar la cifra de muertes violentas.

 

En El Salvador, las pandillas establecidas en populosos barrios del país están integradas por más de 70 mil jóvenes y adolescentes. Más de 10 mil están presos.

Durante el fin de semana, “Fiscales de todo el país reportan 14 homicidios”, señaló la FGR en su cuenta de Twitter, lo que casi triplica la estadística diaria de 2013, de 6.82 asesinatos diarios.

Los homicidios han disminuido en alrededor del 52% en El Salvador como producto de una “tregua” que las principales pandillas mantienen desde marzo de 2012, según el Gobierno.

El año pasado fueron asesinadas al menos 2 mil 492 personas en El Salvador en diferentes hechos de violencia, 102 menos que en 2012, cuando fueron 2 mil 594, según un informe que presentó el viernes el Instituto de Medicina Legal.

 

El secuestro, otro de los delitos muy frecuentes en El Salvador, también fueron noticia durante el fin de semana. En este caso se trató de detenciones. Cuatro miembros de la policía de El Salvador y dos civiles fueron detenidos por su presunta participación en un secuestro, informó la Fiscalía.

Los policías detenidos el sábado son el subinspector José Concepción Marín, el sargento Juan Antonio Laínez Valencia y los agentes William Alberto Alfaro y Juan Carlos Anaya Lopez, según la cuenta de Twitter de la Fiscalía.

Añadió que el mismo día fueron detenidos Orlando Mejía Zepeda y Raúl Ernesto Mejía Zepeda, “ambos encargados del cautiverio de la víctima”.

La Fiscalía no dio detalles del caso, pero según la prensa local se trata de un comerciante de mariscos del departamento de La Libertad (centro) que fue secuestrado el 31 de diciembre pasado, luego asesinado y cuyo cadáver apareció el pasado viernes.

Los seis detenidos serán acusados de los presuntos delitos de secuestro agravado, robo agravado y privación de libertad, apuntó la Fiscalía, que no mencionó homicidio.