GINEBRA. Al menos 100 mil menores han sido objeto de abuso sexual por parte de sacerdotes o miembros de la iglesia, pero sólo el 10 por ciento de las víctimas denuncia el delito, indicaron hoy aquí organizaciones de la sociedad civil.

 

Representantes de la Red de Sobrevivientes de Abuso de Sacerdotes (SNAP, por siglas en inglés) explicaron en rueda de prensa que según cifras publicadas en Estados Unidos, unos 100 mil menores de edad fueron abusados por sacerdotes o miembros de la iglesia.

 

La presidenta de la SNAP, Bárbara Blaine, consideró que ante el hecho de que sólo el 10 por ciento de las víctimas hace la denuncia, el número de afectados puede ser mucho mayor.

 

Para la agrupación civil, que se reúne aquí de cara al examen que hará el Comité de la ONU sobre los Derechos del Niño -el próximo 16 de enero- de documentos del Vaticano sobre este delito, “el problema de pederastia clerical es global y desgraciadamente no ha decrecido”.

 

Según el español Miguel Hurtado, abusado a los 16 años por un sacerdote responsable de un grupo de jóvenes en una parroquia de Barcelona, los mismos religiosos al ser descubiertos piden a los familiares de la víctima que no los denuncien para poder arreglar en privado el problema.

 

“Exactamente, esa es la conducta que siguen muchos sacerdotes, incluido mi caso, tratando así de encubrir y minimizar sus abusos”, indicó Hurtado.

 

“De ahí la importancia de denunciar e iniciar un proceso legal contra los perpetradores de estos delitos que se esconden tras la investidura, confianza, abuso de poder y la riqueza”, sostuvo.

 

Por eso, agregó Hurtado, “cuando los pederastas estén en las cárceles, no podrán abusar de más personas”.

 

Muchos niños “nos buscan en internet y nos contactan ellos mismos, lo que es nuevo para nosotros y un paso muy positivo”, dijo Blaine por su parte.

 

La presencia de la Santa Sede ante el Comité de la ONU será una “ocasión histórica” para miles y miles de personas en el mundo, sostuvo la presidenta de la SNAP.

 

El hecho de que expertos de la ONU cuestionen al Vaticano será liberador para las víctimas que esperan respuestas concretas sobre cómo es que la Iglesia católica espera enfrentar este problema que es global, sistemático y generalizado, argumentó.

 

Señaló que lo que se espera de la revisión de la Santa Sede el próximo 16 de enero, es que el Vaticano presente cifras y evidencias suficientes de que tomarán seriamente este caso.

 

Asimismo, que exponga los pasos que seguirá para llevar ante la justicia y castigar a los perpetradores que viven en la impunidad y que en muchos casos siguen ejerciendo como sacerdotes.